A pedido del fiscal de Cámara, Julio Rivero, el fiscal de Instrucción Daniel Miralles, investigará si Daniel Lacase, ex vocero de Marcelo Macarrón y asesor de Del Monte Fresh Quality, incurrió en los delitos de “extorsión” o “chantaje”.
En el juicio a Marcelo Macarrón como presunto instigador del crimen de Nora Dalmasso, denunciaron a Lacase de haberle pedido plata a un empresario para “limpiar su nombre” en los medios.
Se trata de Miguel Rohrer, a quien los hijos de la víctima sindican como sospechoso del homicidio. Un empleado del empresario, Ricardo Araujo, testimonió en el juicio que Lacase le habría dicho: “Michel va a salir en tapa en todos los diario (…). Si está dispuesto a abonar determinado monto, yo estoy dispuesto a ayudar a limpiar el nombre y correrlo de la situación en la que lo han metido. Transmitíselo”.
Araujo llamó la atención porque respondió “no recuerdo” a la mayoría de las preguntas de las partes. Pero no olvidó que fue tras ese supuesto llamado que Rohrer se distanció de Lacase, tras considerar “una locura” su pedido.
Ante los dichos del testigo, el fiscal Rivero advirtió que podría existir un delito e instó al Tribunal a remitir los antecedentes a la fiscalía de turno. Los jueces resolvieron entregarle a Rivero copia del testimonio de Araujo, para que él mismo formule la presentación.
Este jueves, el fiscal Miralles recibió el CD con la filmación de lo dicho en la sala de audiencias del juicio a Macarrón. Se presume que volverá a tomar testimonio a Araujo, también a la esposa de Rohrer, Valeria, y al propio empresario cerealero, a quienes dijo haber comunicado de inmediato la novedad.
Para la Fiscalía de Cámara, el pedido de dinero a una persona para “limpiar su nombre” podría implicar una maniobra extorsiva o un chantaje.
Como tal conversación habría sido producida en el 2007, ayer en los pasillos de Tribunales se especulaba con que, si Lacase fuera imputado, y luego, eventualmente resultara involucrado en el crimen con Macarrón, la causa Dalmasso no prescribiría para él hasta el 2022.
Lacase, abogado laboralista y ex segundo de la secretaría de Lucha contra el Narcotráfico, durante el gobierno de Carlos Menem, nunca fue acusado por un delito por los fiscales de Río Cuarto. Cuando elevaron la causa a juicio contra Macarrón y se anunció que se continuaría investigando a posibles cómplices, formuló un pedido de mantenimiento de libertad. El fiscal Luis Pizarro sólo le respondió “téngase presente”.
La acusación dice que Marcelo Macarrón presumiblemente unos meses antes del día veinticinco de noviembre de dos mil seis, “en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, por desavenencias matrimoniales de parte de Macarrón y con la intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrepito de la eventual muerte, planificó dar muerte a su esposa Nora Dalmasso”.
En caso de que en el juicio surgieran los nombres de posibles cómplices o “adláteres” estos deberían ser investigados por separado. Lacase ya figura en la lista de testigos del juicio pero, antes de tomarle declaración, las partes tomaron el recaudo de averiguar si tenía imputaciones pendientes en otras fiscalías, lo fue decartado.
En las primeras audiencias, una amiga de la víctima, Carmen Pelleritti, dijo que Nora le tenía “terror” a Lacase y que en un eventual divorcio, si fuera el abogado de su marido, suponía que “tendría muchos problemas”.
Igual que el hermano de Nora, Juan Dalmasso, y el ex secretario de Seguridad Alberto Bertea, Pelleritti acusó a Lacase de sacar rédito político de la tragedia. “Si aparezco muerta busquen a Lacase”, afirmó la amiga de Nora.
¿Por qué dudan de un viaje?
Este jueves declaró la mujer de Ricardo Araujo, Ana Fuentes Lester. Debido a que su marido, Ricardo Araujo, el día anterior no recordó si tras el crimen había viajado a Estados Unidos ni en qué fecha, ni por cuánto tiempo, ni dónde estuvo, le hicieron llevar los pasaportes de toda la familia.
La primera en aludir al viaje de Araujo a Estados Unidos fue Valentina Macarrón, hija de la víctima. Tras sentar sospechas sobre Miguel Rohrer, y afirmar que le tiene miedo, llamó la atención acerca de que, después del crimen, Rohrer se fue de Río Cuarto y Araujo, su mano derecha, se habría ido a vivir “como seis meses” a Estados Unidos.
Ayer, pasaporte en mano, Fuentes dijo que en el 2008 estuvieron en Estados Unidos desde junio a septiembre del 2008 y que fue un viaje familiar programado desde hacía mucho tiempo.
La mujer ratificó los dichos de su esposo en cuanto a que Rohrer habría estado con ellos en Buenos Aires en la fecha del crimen. Y, en contra de especulaciones sobre una pelea, sostuvo que dejaron de socios porque ellos desarrollaron su propia unidad de negocios.
