Lo que sucedió días atrás en la localidad de Salsipuedes, zona de Sierras Chicas de la provincia de Córdoba, es propio de una película de acción y una muestra sobre el problema de inseguridad de los vecinos. Tras sufrir el robo de equipos electrónicos musicales y de instrumentos varios, el damnificado fue a vigilar la casa donde se estaban vendiendo sus pertenencias que habían sido robadas a principios de mes.
Luego de algunas horas, logró recuperar unos equipos y otros instrumentos. Otra parte del botín quedó en manos de los ladrones.
La historia forma parte de una larga lista de hechos que se acumulan desde los primeros días de enero, según vecinos autoconvocados de la zona de Unquillo, Salsipuedes y Río Ceballos.
“Por sus propios medios investigó y dio con los ladrones. Llevó la información a la Policía de Córdoba, pero notó que la orden de allanamiento que debe emitir la fiscalía se demoraba. Por eso se quedó haciendo guardia en la casa donde sabía que estaban los objetos robados”, contaron desde el grupo de vecinos.
“La Policía no actuó bien, porque él hizo la denuncia casi de manera inmediata al robo. Deberían ejecutar los procedimientos con mayor ligereza”, cuestionaron.
Este tipo de casos constituiría –siempre según la opinión de los damnificados– “una deficiencia del accionar policial y judicial”. Ante este déficit, dijeron los vecinos, se produce una demora en los procedimientos que favorece al circuito de venta y desaparición de las pertenencias.
“Además, los responsables nunca terminan de caer presos. Es como si no pasara nada. Por ese hecho no hubo detenidos”, reclamaron.
Más cercano en el tiempo, el pasado domingo comenzaron a registrar una secuencia de robos de cubiertas.
“Se robaron varias ruedas de distintos autos. En algunos casos, fueron las dos ruedas traseras, después hubo otro robo de una rueda delantera, otro en el que se llevaron dos ruedas de adelante”, listaron.
Pero eso no es todo: aseguraron que los robos de cubiertas y llantas continuaron extendiéndose en el tiempo, por lo cual hay vecinos que ya decidieron guardar sus autos en algún sitio.
Por lo general, muchos pobladores dejan sus vehículos al frente del domicilio. Sin embargo, con la sustracción de las ruedas tuvieron que cambiar rápidamente esta costumbre.
“Se mueven en autos nuevos, que ya fueron identificados. Son al menos tres vehículos a los que les van cambiando la patente. Fueron captados por cámaras privadas que están ubicadas en distintos domicilios de la zona”, comentaron los integrantes del grupo de vecinos.
En cuanto a las cámaras que en algún momento colocó el municipio, dijeron, habrían dejado de funcionar. “Hace más de un año que están fuera de servicio. Con lo cual, también han vuelto los robos de garrafas, porque se empieza a correr la información sobre la falta de vigilancia”, especularon.
Para colmo, en las últimas dos semanas hubo robos domiciliarios en viviendas que estaban ocupadas, al momento del hecho, por moradores. En algunos casos, aseguraron, las víctimas fueron turistas que habían alquilado una cabaña. En otros, los propietarios.
“No les importa si hay gente durmiendo o si están despiertos. Se manejan como quieren y esto crece cada vez más. También buscan todos los objetos de valor que quedan depositados en los patios de las viviendas, como las bombas de las piletas, o las máquinas de cortar césped”, comentó otra vecina.
Unquillo, un padecimiento que no cesa
Hace largo tiempo que los vecinos de Unquillo realizan reclamos para que se incrementen las medidas públicas de seguridad. No obstante, sienten que a lo largo de los meses las cosas fueron empeorando.
“Estamos contactados a través de un grupo de WhatsApp. Estamos elaborando una estadística propia con los datos que vamos relevando. Necesitamos entender lo que ocurre con este fenómeno nuevo para nosotros, que son los robos cotidianos”, dijeron integrantes del grupo autoconvocado de vecinos unquillenses.
Próximamente, adelantaron, contarán con un mapa que identificará las zonas más expuestas a los robos recurrentes. “Es un trabajo que lo tendría que estar haciendo la Policía, pero tampoco tienen las herramientas de orden judicial para controlar y resolver las cosas”, opinaron.
La ciudad, informaron, está siendo víctima de un grupo de delincuentes, muchos de ellos identificados y captados por filmaciones.
“No sólo roban acá, sino que también atacan en Argüello y Villa Allende. Es un problema generalizado en todo el departamento Colón y creemos que son siempre las mismas bandas”, contaron.
“No sólo se monta guardia en la vivienda de los delincuentes que están vendiendo lo que robaron. También difundimos, a través de las redes sociales, en posteos públicos, las fotos y los nombres de los ladrones. Es una manera de ‘hacer guardia’, pero desde internet”, dijo otro vecino.
Los vecinos esperan llevar a cabo una reunión, la próxima semana, con integrantes de las localidades de Villa Allende, Salsipuedes, Unquillo, Río Ceballos y Mendiolaza. De ese modo, buscarán unificar los reclamos.
El robo en obradores y patios gana terreno
“Hicieron ‘campana’ en tu casa los mismos que la semana pasada robaron en el obrador. Se llevaron herramientas, así que hay que tener mucho cuidado”.
La alerta circuló este martes en un grupo de WhatsApp. Iba dirigida a J., un propietario de Salsipuedes que ese mismo día, horas más tarde, sufrió un intento de robo que gracias a la notificación temprana no pudo concretarse.
J. relató lo siguiente: “El martes, a la 1.30 de la madrugada, vi el mensaje en el grupo de WhatsApp de barrio Cerro del Sol. Inmediatamente, alcancé a escuchar el ruido de tres motocicletas. Me asomé al sitio baldío y vi cómo se escondían en una obra en construcción”.
En ese momento, el propietario alcanzó a ver cuando un integrante de esa banda ingresó a su patio trasero. Los ladridos de su perra ayudaron a alertar sobre lo que estaba ocurriendo.
“De inmediato avisé al grupo y llamamos a la Policía. Todo sucedió muy velozmente: llegó el patrullero y los ladrones se retiraron. La noche anterior habían entrado a robar al obrador que está a la vuelta de mi casa”, relató.
Los vecinos advirtieron que las obras en construcción, los obradores y los patios de las casas se han convertido en los focos de los delincuentes.
