“Había unos cuatro tipos al lado nuestro, en plena madrugada. Y pensar que nos escapamos de los robos en los barrios urbanos y ahora el delito pega en los countries. Ahora no sabemos cómo hacer para dejar de sufrir el miedo que sentimos ahora”.
Todavía atragantada por una sensación de impotencia, Carla recuerda la noche del feriado del 1° de Mayo. En su vivienda del barrio cerrado Los Algarrobos, en la zona sur de la ciudad de Córdoba, encontró a cuatro desconocidos revolviendo y alzando pertenencias durante la madrugada.
Esperó que se fueran para volver a recorrer su casa. El televisor, la tablet y la computadora habían desaparecido.
Cuando volvió al living sintió que, en parte, había vuelto a recuperar su hogar, pero también que había perdido otra vez la tranquilidad.
Ese hecho forma parte de una seguidilla de robos y de asaltos contra viviendas de varios barrios cerrados y countries de la ciudad de Córdoba y alrededores. Entre el 17 de abril y el 26 de mayo, se produjeron numerosos ataques en esos predios.
Esta realidad se registra mientras una preocupante secuencia de hechos delictivos se extiende por otros numerosos barrios de la Capital.
Volviendo a los “countries”, En algunos casos, los ladrones ingresaron a la fuerza o tras saltar las aceitadas medidas de seguridad que dan forma a este tipo de asentamientos. En otros episodios los delincuentes echaron mano a la clonación de tarjetas o estrategias más rebuscadas para burlar a la vigilancia.
Entre los robos investigados, están el registrado el 17 de abril en el country Cuatro Hojas; el 1° de mayo, en el barrio cerrado Los Algarrobos; el 4 de ese mes, en el country Bosque Alegre; dos días más tarde, en el country Potrerillo de Larreta; el 23 de mayo, en el barrio privado Las Cañitas: el 26, en La Cuesta, y el 5 de junio, en el country La Deseada, en La Calera.
Sólo se trata de los hechos que tomaron estado público. Varios vecinos de barrios cerrados aseguran que hay otros robos o hechos de inseguridad que no salen a la luz.
Lo cierto es que esta sensación que embarga a cada vecino que sufre un robo allí donde no esperaba encontrarlo se contagia entre habitantes de otros countries. Son cada vez más frecuentes las preguntas sobre qué pasa con muchas empresas que brindan seguridad en los consorcios.
Por su parte, altas fuentes policiales reconocieron por baja frecuencia que la principal prioridad en la lucha contra el delito son los motochoros.
Sin embargo, existe mucha atención en torno a los robos contra barrios custodiados.
Por los robos contra estos predios, hubo detenciones. Sin embargo, hay varias bandas que no han caído.
Una sucesión de hechos que se volvió una alerta
Detrás y delante de las barreras de muchos barrios cerrados, existe cierta preocupación y nerviosismo por esta última seguidilla de delitos.
El 17 de abril, una tarjeta “autorizada” fue la vía de ingreso a un condominio cerrado para que desconocidos desvalijaran una vivienda.
El hecho ocurrió en un country de Mendiolaza, en el Gran Córdoba. Los ladrones se llevaron hasta una pava eléctrica y escaparon con la camioneta de la familia. Nadie se dio cuenta de nada.
Los ladrones utilizaron una tarjeta de ingreso autorizada (la Justicia investiga si se trata de una clonada, de una perdida o de una robada) para entrar sin problemas por el carril de “propietarios”.
También tenían el dato de que en la casa no había nadie. Entraron y salieron sin dificultad.
“Las víctimas se habían ido a un cumpleaños. Cuando volvieron, se encontraron con todo eso y me llamaron llorando, estaban desvalijados. Se llevaron la camioneta. Se robaron todo, desde un monopatín eléctrico hasta la pava. Perfumes, anteojos de sol. Electrodomésticos, valijas enteras con ropa, no quedó nada”, supo contar la expareja de la vecina damnificada.
Los delincuentes se movilizaron en un auto con patente clonada, cargaron todo en ese vehículo y también en la camioneta Volkswagen Taos que se robaron. Salieron con barbijos puestos.
Respecto del robo del 1° de mayo en otro barrio cerrado, la familia dormía. La casa no tiene rejas ni alarmas, tal como es habitual en estas edificaciones.
Pero el ladrido sostenido de los perros inquietó a la propietaria.
“Forzaron la cerradura de la puertaventana del living y entraron. Cuando los vi dentro de mi casa, tuve miedo y me encerré con mis dos nenas en la habitación, con llave. Cuando se fueron, el guardia no pudo encontrarlos”, contó la propietaria.
“Luego supe que robaron en otras viviendas del barrio. También encontramos un boquete en el muro y supimos que habían trabajado todo el fin de semana rompiendo ese paredón y pasaron por ahí”, narró.
Tres días después, a la madrugada, ladrones con guantes, armas y handies asaltaron a dos familias en un country de Villa Allende. Primero redujeron al guardia. Luego atacaron de manera coordinada a las familias.
Una de las víctimas terminó golpeada y requirió asistencia médica.
También se llevaron los registros informáticos de las cámaras de seguridad. Y dinero, más distintas pertenencias de sus víctimas.
Mas ataques en “countries” de Córdoba
El 6° de mayo le llegó el turno al country Potrerillo de Larreta, de la ciudad de Alta Gracia. Esa noche, los delincuentes burlaron la seguridad y sustrajeron pertenencias de tres casas.
El lugar es reconocido por recibir grandes figuras del espectáculo y de la política, entre ellos, el expresidente Mauricio Macri y el actor Benicio del Toro.
Según trascendió, el monto robado asciende a más de 60 mil dólares.
Fuentes judiciales reconocieron que fueron sustraídas varias pertenencias de las viviendas, como joyas, importantes sumas de dinero y artículos de fácil transporte.
En aquel entonces, los propietarios apuntaron contra la seguridad del complejo: “Hay cierto relajamiento. La seguridad está diagramada para contener. La realidad es que el enemigo lo tenemos adentro”.
Nadie de la empresa quiso hablar. Tampoco, de la administración.
Otro hecho grave se produjo el 26 de mayo en el country La Cuesta, de la ciudad de La Calera, e incluyó un violento escape. Cuatro hombres armados a bordo de un auto blanco robaron en al menos una casa.
El dueño de la propiedad, quien no estaba presente, advirtió a los ladrones gracias al sistema de alarmas.
La banda forzó aberturas y se apoderó de dinero de una caja fuerte empotrada en una pared de una habitación. No trascendió el monto final.
Un guardia apareció y terminó amenazado. Los ladrones decidieron apurar la fuga y embistieron contra una reja de una salida del predio.
Los investigadores creen que los delincuentes tenían demasiado conocimiento sobre el complejo.
El 30 de mayo, sucedió una serie de robos en el barrio privado Las Cañitas, en Malagueño, que fue denunciada una semana más tarde por un vecino. Según el damnificado, con su caso fueron “ocho robos en 30 días”.
Desde la administración del complejo, no hubo precisiones.
“Han ingresado cuando no nos encontrábamos en la vivienda. Del mismo modo que en el resto del barrio”, contó Sergio Latorre, y se mostró preocupado de que los delincuentes conocían los movimientos de la familia.
El vecino detalló que de su vivienda sustrajeron dinero y estimó que los delincuentes desistieron de llevarse otros objetos de valor porque les sería difícil evadir a los guardias.
De todos modos, otros habitantes deslizaron su preocupación por la sucesión de robos pese a tener seguridad privada paga.
En tanto, el 5 de junio, tres jóvenes rompieron un alambrado para robar en el country La Deseada, en la ciudad cordobesa de La Calera. Finalmente fueron detenidos por la Policía, que pudo recuperar los objetos sustraídos.
Luego de romper el cerco perimetral, habían llegado a la puerta de un domicilio que también pudieron forzar. Tras hacerlo, ingresaron al domicilio con el propósito de llevarse algo que, a todas luces, nunca encontraron.
Fueron detenidos dos jóvenes con antecedentes delictivos. Un tercer cómplice se dio a la fuga.
