El fiscal federal Carlos María Casas Nóblega imputó a tres militares del Tercer Cuerpo de Ejército de Córdoba por el “bautismo” de iniciación ocurrido el pasado 17 de mayo en el Regimiento de Infantería Paracaidistas 2 “General Balcarce”.
Los imputados son el teniente coronel Exequiel Poma, el mayor Eduardo Paván y el cabo 1° Mario Ortega, a quienes responsabiliza por un primer hecho, la realización del ritual, con las imputaciones de “abuso de autoridad militar” y “lesiones leves”.
Además, a Paván le suman otros dos hechos posteriores, relacionados con maniobras para evitar la divulgación de lo ocurrido y para influir en los soldados voluntarios a fin de que declaren lo que él y un abogado del Ejército (no identificado) deseaban. Por estos dos hechos, este mayor sufre el reproche legal de “abuso de autoridad militar” y “falsedad ideológica” (2° hecho) y “abuso de autoridad militar” y “coacción” (3° hecho).
El cabo 1° Ortega es el instructor que arrojó cal viva a la cara de 35 soldados voluntarios que terminaron con daños en su piel, mucosas y vías aéreas, y “otras lesiones a determinar”, según la imputación. El teniente coronel Poma es el máximo responsable y Paván el titular del regimiento.
Los hechos
La descripción de los tres hechos formulada por Casas Nóblega coincide en pleno con lo relatado este miércoles en La Voz por un soldado voluntario cuya identidad se reserva.
El fiscal señala que los tres militares abusaron de su autoridad al haber sometido al bautismo a los soldados voluntarios por haber egresado. Añade que esto provocó quemaduras a los jóvenes y que, luego, fueron conducidos al baño del regimiento donde fueron “inducidos” a que se lavaran y bañaran con agua, lo que potenció la acción cáustica de la cal viva.
Casas Nóblega sostiene que, a raíz de esto, al menos siete de los soldados debieron ser internados en un hospital por las consecuencias más severas en su salud.
El segundo hecho describe la citación de las víctimas para que declaren lo que Paván y el abogado perteneciente al Ejército deseaban. Añade que insistieron para que aquello que decían coincidiera con lo que pretendían estos dos jerárquicos.
Finalmente, el tercer hecho coincide con lo relatado por el voluntario a La Voz, respecto de que Paván en una formación les dijo que debían callar lo que había sucedido y que eso no debía trascender. También se indica que este mayor coaccionó a los jóvenes para que dejen de hablar del tema.
En su resolución firmada en la siesta de este jueves, Casas Nóblega le pide al juez una serie de medidas para hacerse de más prueba.
