La Policía investiga el doble crimen de una mujer de 34 años y su hija de cuatro a manos de esposo que terminó suicidándose en una estancia rural de la ciudad bonaerense de Olavarría, en otro hecho de violencia extremo.
Horror en Olavarría
Miguel Ángel Romero (39) había llegado hace un mes a la zona rural y vivía y trabajaba allí en una de las tres casas de una estancia, con su pareja, Daiana Contreras (34), y la hija de ella, Iris Uhart (4).
El que Romero no saliera a trabajar este jueves puso en alerta a un vecino y compañero de trabajo. Al ingresar, la Policía encontró al hombre, a la mujer y a la nena muertos dentro de una habitación cerrada por dentro, lo que llevó a la hipótesis del doble crimen y suicidio.
La habitación en la que estaban los cuerpos se encontraba cerrada, con la llave puesta del lado de adentro. Esa es una de las claves del crimen y por la que descartan la participación de otras personas, publicó el diario Clarín.
Contreras fue víctima de asfixia mecánica, mientras que la nena presentaba un golpe contundente que le generó hundimiento de cráneo.
A metros de ambas, Romero tenía una herida cortopunzante en la zona pectoral y estaba colgado de un picaporte de la puerta de la habitación, casi arrodillado y ensangrentado, y por su posición además impidiendo en inicio el acceso de los agentes a la escena.
Fuentes de la investigación deslizaron que Romero habría sorprendido de atrás a Contreras y luego la habría asfixiado. También que ella estaba posicionalmente abrazando a la niña, aunque el asesino habría acomodado los cuerpos antes de suicidarse.
Los agentes confiscaron un cuchillo, tres teléfonos celulares y una faja pampa -un tradicional cinturón campero- que, se presume, habría sido un arma de estrangulamiento.