“Mi hijo era un niño inocente. Los que lo mataron no son sicarios, son cobardes y no vamos a parar hasta que haya justicia”. Sin consuelo habla la madre de Zamir Torres, el niño de 4 años que fue asesinado el miércoles 9 de julio en Frontera, una ciudad santafesina que se encuentra al límite de la cordobesa San Francisco.
Rocío Funes encabezó este lunes junto a familiares y amigos una marcha pidiendo justicia por la muerte de su hijo y que este homicidio no quede impune. La concentración comenzó alrededor de las 15, frente a la Municipalidad de esta ciudad. Los manifestantes portaban en sus manos un papel con el rostro del niño, también pancartas.
La mujer, totalmente conmocionada por lo ocurrido, negó que el ataque sufrido donde murió su hijo y resultó gravemente herido su pareja, Braian Martínez, haya sido causado por una “guerra narco”, tal como lo investiga la fiscalía al frente del caso. También cuestionó la versión de que el niño iba sobre las piernas de su padrastro, sino que iba en el asiento de atrás del auto.
Recordó el momento en que fueron atacados: “Siento que disparan desde atrás y trato de cubrir a mi hijo, les pido que no tiren. Cuando me doy cuenta le pegan de atrás. El primer tiro se lo dieron a mi hijo. A mí las balas me pasaron por al lado”, dijo y contó: “Zamir era increíble, era hermoso, tenía mucho por vivir, le gustaban los animales, quería aprender. Era un niño grande”.
“Se podría haber evitado”
La columna salió pasada las 15.30 por el camino interprovincial, que divide las jurisdicciones de Córdoba y Santa Fe. Se dirigieron hacia el edificio de la Comisaría Sexta, donde pegaron carteles. Luego enfilaron a donde ocurrieron los hechos, a pocas cuadras de la sede policial.
Funes indicó que confía en la Justicia para resolver este caso que al momento tiene un solo detenido, aunque aclaró que van a exigir todo el tiempo hasta que quede esclarecido. También denunció amenazas previas: “Las amenazas no me importan, me hacen más fuerte. A ellos les pido que se entreguen, era un niño inocente con mucho por vivir”, señaló.
Pidió que el rostro de su hijo “no se borre” y les habló a posibles testigos: “Hay testigos, muchos con miedo porque amenazan, se creen dueños de todo. Pero yo no tengo miedo”, afirmó.
Por otra parte, la mujer sostuvo que lo ocurrido podría haberse evitado: “Hace 20 días le tiraron tiros a mi casa, hice la denuncia y nada. Esto viene de antes. El 28 de enero ya le habían pegado a mi cuñado, hice una denuncia y el fiscal no hizo nada. Esto viene por mi cuñado que era adicto pero nosotros nunca tuvimos problemas. Ellos son unos cobardes, los niños no se tocan”, expresó.
El cuñado al que se hace referencia es Horacio “Totín” Martínez, quien fue asesinado en mayo pasado.
El caso
Todo ocurrió cuando se produjo una emboscada el miércoles 9 de julio por la tarde, en un sector cercano al Polideportivo de Frontera. Braian “Peladito” Martínez conducía un auto Ford Fiesta e iba con el niño y su mamá. Otro auto, un Fiat Cronos, lo interceptó y al menos dos hombres descendieron y empezaron a disparar.
El niño falleció en el acto. Martínez, en tanto, recibió heridas gravísimas en la zona del pulmón y la médula espinal. Hoy se encuentra internado en un centro de salud de Santa Fe. Su diagnóstico es paraplejía.
“Peladito” Martínez, cabe destacar, habría salido recientemente de prisión y tendría frondoso prontuario.
Un solo detenido
La investigación la lleva adelante la fiscal de Rafaela, Fabiana Bertero.
El único detenido por el hecho es un joven de 23 años arrestado el último viernes en el barrio Sarmiento de San Francisco, en medio de un operativo interfuerzas. Este fue defendido por sus familiares y allegados, quienes aseguran que “no tuvo nada que ver” y que es inocente.
La familia del joven sostiene firmemente que fue tomado de “perejil” (un término coloquial para referirse a un chivo expiatorio o cabeza de turco). La familia afirmó con determinación: “Tenemos cómo probarlo. Queremos que encuentren a los verdaderos responsables. No vamos a parar hasta que se sepa la verdad”. Además, aseguraron que ya están reuniendo pruebas para demostrar que no participó del ataque.
