El juicio por el brutal asesinato de la docente Patricia Montenegro (46) en San Francisco del Chañar tomó un giro que potencialmente determine con la aparición espontánea de una tarotista. Una mujer se presentó ante la Justicia y reveló datos cruciales que fortalecen la acusación contra Gastón Márquez, el único imputado y detenido por el caso.
La mujer es parapsicóloga, tarotista y declaró ante la Cámara del Crimen de Deán Funes haber escuchado, tres horas antes de que se hallara el cuerpo de la víctima, a una empleada de Gastón Márquez.
Según su testimonio, la empleada afirmó que Márquez ya sabía que Patricia estaba muerta dentro de una cisterna. Esta declaración es “inesperada y contundente”, y complica aún más a Márquez, quien está imputado por homicidio agravado por alevosía y criminis causa.
Caso de Patricia Montenegro
El dato aportado por la tarotista coincide con el descubrimiento de Patricia Montenegro, quien fue hallada sin vida en una cisterna ubicada en el patio de su casa. La investigación reconstruyó que la víctima fue arrojada viva y asfixiada, y que el acusado intentó simular un incendio para encubrir el hecho.
Según la testigo, la empleada de Márquez no había revelado toda la información que poseía por miedo a represalias, especialmente por parte de un familiar del acusado. Al enterarse de esto, la tarotista decidió acudir a la Justicia para contar lo que había escuchado. Esta nueva información otorga mayor credibilidad a la hipótesis de la Fiscalía, que sostiene que Márquez asesinó a Patricia para ocultar el robo de una caja fuerte con dinero.
El tribunal llevó a cabo una reconstrucción del crimen en la vivienda de la víctima, bajo condiciones climáticas similares a las del día del hecho, incluyendo niebla y llovizna. Fue un “momento estremecedor” del juicio, donde el acusado fue trasladado nuevamente al lugar del crimen.
Quién era Patricia Montenegro
Patricia Montenegro era docente de nivel primario, había quedado viuda dos años antes, cuando su marido, Daniel Pérez, falleció de Covid-19.
Sus hijos, Alma y Juanjo –quienes declararon en la primera audiencia– no vivían con ella porque residen en Córdoba. Y sus padres viven frente a la escuela en la que ella daba clases.

El asesinato causó profunda consternación en toda la población que salió varias veces a reclamar justicia.
Se espera que se desarrollen los alegatos finales y se dicte el veredicto. Si el tribunal lo declara culpable, la única pena posible para Márquez es la prisión perpetua. La familia de Patricia, presente en todas las jornadas del juicio, espera una condena ejemplar. “Solo será un alivio, porque nada nos va a devolver la vida de Patri. El dolor y el vacío es para siempre”, expresó Cecilia, hermana de la víctima.