No es sencillo reconstruir cómo fue la seguidilla de acciones que desencadenó Roberto José Carmona (60) desde que los guardiacárceles advirtieron que ya no lo tenían bajo custodia.Se suman el sorpresivo escape desde la casa de su esposa, el viaje en el que mató a un taxista, su huida en un auto robado a una mujer, el choque en Villa El Libertador, otro ataque a dos mujeres en barrio Parque Vélez Sársfield y el extraño regreso a la zona del crimen hasta que lo detuvieron dos policías.
Lugares, horarios, acciones o agresiones, víctimas del asesino suelto, circunstancias. Son algunos de los elementos que la Unidad Judicial de Homicidios de Jefatura de la Policía está relevando para establecer con precisión cuál será “el hecho” por el cual será intimado Carmona, cuando Vázquez lo siente para indagarlo y le comunique de qué lo acusa.
Por lo pronto, desde la noche posterior al crimen del martes, el instructor lo notificó de la triple imputación que le adjudica: evasión calificada, homicidio criminis causae y robo calificado por el uso de arma.
Esa noche, en Jefatura, como resignado por el embate acusatorio que se le viene, Carmona aceptó la designación de un asesor letrado como defensor, tarea que recayó en Aníbal Zapata.
Este defensor oficial está tutelando las primeras medidas ordenadas por Vázquez que dispuso el allanamiento de la casa de la esposa de Carmona, donde burló a los guardiacárceles chaqueños.
Cómo huyó
En realidad, fue más una inspección ocular que no determinó nada “extraño” en la vivienda para facilitar la fuga. La arquitectura de la sencilla propiedad tiene una puerta de entrada y un garaje al frente, sin pasadizos ni puertas ocultas. “Se escapó por el frente”, comentó una fuente que participó del operativo.
Sobre ese particular episodio de “distracción” de los seis guardiacárceles que también quedaron imputados por evasión, se sigue creyendo la primera versión, que sostiene que durante el primer tiempo del partido de Argentina–Croacia, el “custodiado” dijo que iba al baño. Minutos después, la propia “Angelita” habría notificado a los uniformados televidentes que Roberto había hecho abandono de hogar.
Esta, hasta hoy, es sólo una versión. Habrá que esperar qué temperamento adoptan los guardiacárceles cuando sean indagados, en compañía de sus defensores.
También se investiga qué grado de colaboración tenía Carmona para irse. Uno de los elementos para ayudar esta pesquisa es el bolso que se le secuestró, donde tenía una muda de ropa, unas navajas, dinero y otros elementos personales.
A la par que recepta testimonios de quienes se cruzaron con el peligroso delincuente, la investigación encargó un análisis de ADN sobre la cuchilla secuestrada a Carmona que tendría rastros de sangre. En principio, se entiende que esos marcadores pertenecerían al asesinado taxista Jesús Javier Bocarón (42), que murió degollado.
Pero también del análisis genético podría surgir que hay haplotipos de diferentes personas, si se confirma que Carmona atacó en Parque Vélez Sársfield a dos mujeres, a una de las cuales le produjo un corte, presuntamente con intenciones de robarles el auto o que lo condujeran porque declararon que les dijo que “no sabía manejar”.
Este frenético raid de fuga es lo que se procura ordenar y pasar al papel, para estableceer cómo fueron los hechos de la alocada carrera de Carmona sin reparo alguno en matar y cometer otros delitos. Desde la Justicia, no se cansan de repetir que la rápida reacción de la Policía y la captura lograron evitar males mayores.
