La Policía Federal Argentina (PFA), a través de la Dirección General de Cooperación Policial Internacional, detuvo con fines de extradición a un argentino de 27 años requerido por la Justicia de Brasil por una causa de comercialización de drogas.
Buscado por narcotráfico
Según informaron fuentes policiales, el pedido internacional se originó a partir de un hecho ocurrido el 4 de agosto de 2024, cuando el hombre fue detenido en flagrante delito en territorio brasileño.
En esa ocasión, fue sorprendido transportando alrededor de 9,5 kilos de cocaína y más de 63 kilos de tetrahidrocannabinol (THC), sustancia activa de la marihuana, ocultos en compartimentos secretos de un vehículo que había partido desde Argentina rumbo a San Pablo.
Durante el operativo, las autoridades brasileñas advirtieron inconsistencias en su relato sobre el origen y destino del rodado, lo que derivó en una revisión más exhaustiva y en el hallazgo de la droga. El acusado fue detenido por orden judicial, pero logró fugarse e ingresar nuevamente a Argentina por un paso no habilitado en Misiones.
Tras la emisión de una notificación roja de Interpol Brasilia, la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA desplegó tareas en la zona para localizarlo.
La Justicia brasileña lo vincula además como presunto miembro activo del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más poderosas de ese país.
Las investigaciones permitieron establecer que el buscado se hallaba detenido en la localidad misionera de Campo Grande, en una causa local por robo agravado con arma de fuego, y que estaba próximo a recuperar la libertad.
Por orden del Juzgado Federal de Oberá, a cargo del doctor Luzuriaga y con intervención de la secretaria penal doctora Guida, se concretó la detención con fines de extradición.
En coordinación con Interpol Brasil y el Centro de Cooperación Policial Internacional (CCPI) en Río de Janeiro, se dispuso el traslado del detenido.
Una comisión policial brasileña arribó al país para hacerse cargo de su custodia y posterior traslado en un vuelo de la empresa Gol desde el Aeropuerto Internacional Jorge Newbery hacia Brasil, donde deberá cumplir con la condena impuesta por la justicia de ese país.























