La sexta audiencia, en el cierre de la tercera semana del juicio por jurados por el crimen de Valentino Blas Correas (17), sirvió para conocer de boca de dos de los sobrevivientes lo que se vivió dentro del Fiat Argo tras ser baleado por dos efectivos de la Policía. Mateo Natali y Cristóbal Bocco Cámara relataron lo que vivieron desde que su amigo fue herido, la desesperación, el llanto y el intercambio de palabras para saber qué hacer para salvarle la vida.
El jurado popular de la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba escuchó a los dos jóvenes de 19 años que iniciaron la ronda de testimonios de los cuatro que también se sientan en la sala como querellantes particulares.
El primero en hablar fue Natali, quien contó todo lo que vivieron desde que los otros amigos pasaron a buscarlo por su casa y enfilaron, por error, hacia el sur de avenida Vélez Sársfield. Tras girar en “U” frente al supermercado, se trabaron en una discusión con dos motociclistas, que terminaron rompiéndoles uno de los espejos retrovisores. Luego, ya dirigiéndose hacia el norte, vieron cómo los motociclistas se volvieron a entrevistar con unos policías que estaban frente a un control frente a Telefe Córdoba.
Más tarde, cuando llegaron al retén dispuesto frente al complejo Pablo Pizzurno, Natali relató cómo los estaban esperando: uno de los uniformados había desenfundado el arma.
Luego relató que él iba agachado, con miedo porque había visto a uno de los policías con el arma desenfundada. El joven relató que, cuando vio al policía con el arma, atinó a agacharse. Metros más adelante, sintió varios ruidos que creyó que eran piedras.
Bocco Cámara, que estaba sentado detrás del conductor y del lado donde estaba el policía, vio cómo este uniformado les apuntaba. Eso provocó mucho temor en todos, dijo en la audiencia.
Este joven es al que una de las balas le perforó dos veces la capucha de su buzo. Señaló que iba agachado y pensó que por estar en esa posición salvó su vida. Señaló que, tal vez, el proyectil podría haberle dado en la espalda. También señaló que sintió el silbido del disparo que pasó junto a su cabeza.
Durante el debate de este viernes pudo apreciarse el video en el que se ve el paso del Fiat Argo junto al retén policial. Se ve la manera en que los cabos primeros Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón disparan hacia el auto, una vez que los sobrepasó.
En las imágenes, pareció quedar claro que la oficial Yamila Martínez miraba el paso del auto y no podía estar ajena a los disparos que hacían los policías.
Horror en el habitáculo
Natali continuó con su relato tras la balacera. Contó que Blas Correas, que estaba sentado a su izquierda, le dijo “Me pegaron un tiro” con una risa nerviosa. Más adelante, advirtió que su amigo tenía sangre en el buzo y un disparo en la espalda.
Allí, relató que dentro del auto vivieron “una mezcla de gritos y llantos” y añadió que estuvieron desesperados. Algunos querían parar, otros seguir (para pedir ayuda) y varios lloraban.
En su huida desesperada, el Argo pasó la rotonda de la Plaza de las Américas y al salir de esta coleó al cruzar por Richardson. En un video se exhibió esa situación provocada presuntamente por una mancha de aceite.
Él, para tranquilizar a sus amigos, había dicho que eran balas de goma. Luego, vio que Blas no respondía y que tenía un orificio en la espalda.
Los jóvenes tuvieron tiempo para contar lo que vienen sufriendo desde que perdieron a su amigo, entre el dolor por su muerte y las secuelas psicológicas que vienen arrastrando.
