La fiscal Mónica Cuñarro convocó a declaración indagatoria a Gabriel Alejandro y Pablo Ezequiel Brodsky, gerentes de Predial Propiedades SRL. Según consta en el pedido judicial, la inmobiliaria fue una de las piezas clave para concretar las maniobras defraudatorias.
A los Brodsky se los acusa de haber integrado la supuesta organización delictiva que, operando desde al menos 2012, tenía como objetivo ejecutar estafas sistemáticas en perjuicio de quienes confiaron sus ahorros a los fideicomisos administrados por Induplack.
El Clan L’Abbate, liderado por Vito Antonio L’Abbate y sus hijos, enfrenta cargos por una estafa inmobiliaria masiva a través de la constructora Induplack Fiduciaria. Con más de 200 víctimas y 100 nuevas denuncias, la familia es señalada por vender departamentos inexistentes o duplicados, dejando a cientos sin hogar ni ahorros desde 2012.
Escándalo por megaestafa inmobiliaria del Clan L’Abbate
El rol de Predial era fundamental: captar compradores para los emprendimientos “en pozo”, generar confianza mediante atención personalizada y oficinas visibles, y “vehiculizar” las operaciones de compraventa. Múltiples denuncias refieren que los damnificados llegaron a Induplack “por recomendación de Predial”.
Las fuentes detallan el modus operandi fraudulento en el que participaba la inmobiliaria en Buenos Aires:
- Doble venta: En algunos casos, una unidad era vendida a un comprador, y años después, al reclamar, descubrían que su unidad ya había sido vendida a otro comprador.
- Venta de unidades adjudicadas: La inmobiliaria vendía propiedades aun sabiendo que ya estaban adjudicadas.
- Ventas múltiples: Esta doble venta se repetía, llegando a venderse hasta cinco veces sobre la misma unidad e incluso hasta seis veces.
La incorporación de los Brodsky refuerza la hipótesis de que no se trató de errores aislados, sino de una red con múltiples niveles de operación. Mientras Induplack actuaba como fiduciaria y obtenía financiamiento con las “preventas”, otras firmas como IconsTech S.A. (presidida por Patricio Gastón Flores, también detenido) y Predial facilitaban la circulación de fondos y la multiplicación de víctimas.
El dinero de los compradores era desviado sistemáticamente, afectando a familias que invertían sus ahorros en una vivienda que jamás llegaba.
El llamado clan L’Abbate operó este sistema bajo la apariencia de desarrollos inmobiliarios legales a través de Induplack, captando ahorristas con promesas de accesibilidad y plazos razonables.
Los compradores firmaban boletos de compraventa y pagaban en dólares, esperando obras que nunca se terminaban, o en muchos casos, ni siquiera se iniciaban. Ante los reclamos, las respuestas eran evasivas, se extendían los plazos o simplemente se dejaba de contestar. Algunos damnificados descubrieron que su departamento ya estaba ocupado por otra persona, o que su unidad ni siquiera existía.
La estrategia rotativa y expansiva afectó emprendimientos en barrios como Almagro, Caballito, Flores, Villa del Parque y Villa Urquiza.
En cuanto al estado judicial de la causa, la cantidad de denuncias ha llegado a 250, de las cuales 100 ya están registradas formalmente. Con los documentos y pruebas reunidas, la Fiscalía ha pedido 100 indagatorias. La causa avanza con un volumen creciente de pruebas, testimonios e informes.
Con la imputación de los Brodsky, la causa apunta a una complicidad empresarial más amplia. La fiscalía no descarta nuevas imputaciones.
Los detenidos del Clan L’Abbate
En los próximos días, se llevarán a cabo las indagatorias ampliadas de los cinco detenidos (Vito Antonio L’Abbate, Emanuel Andrés L’Abbate, Juan Ignacio L’Abbate, Santiago David L’Abbate y Patricio Gastón Flores), y se formalizarán las de Gabriel y Pablo Brodsky. Mientras tanto, los damnificados siguen esperando una reparación que, en muchos casos, parece imposible.