A pesar del paso de los días, no cesa la fuerte tensión en ámbitos del Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba luego del sismo que significó que dos fiscales de instrucción presentaran duros escritos contra el fiscal general adjunto Alejandro Pérez Moreno, tras acusarlo de violar normas éticas y haberse entrometido en sus desempeños funcionales, entre otros fuertes reproches.
En un hecho inédito, Juan Pablo Klinger y Enrique Gavier, dos fiscales de peso en el organigrama judicial cordobés, solicitaron que se adopten medidas contra Pérez Moreno.
Los fiscales manifestaron sentirse agraviados luego de que el adjunto expresara, durante un seminario en la Universidad Nacional de Córdoba, su disconformidad y reparos sobre el uso extendido de la figura de la asociación ilícita por parte de fiscales a la hora de acusar a delincuentes.
En su disertación, Pérez Moreno aseveró que se “desnaturalizó” el uso de esa figura y la calificó de “absurdo” en varios casos. Con términos coloquiales, señaló que se la usa muchas veces para “coercionar a acusados” para que confiesen en juicios.
Klinger y Gavier entienden que no fue un mero problema de análisis o de ámbito discursivo lo de Pérez Moreno, como se relativizó en algunos ámbitos, sino que fue una clara injerencia en el accionar de fiscalías, recalcaron que se afectó la independencia funcional y se menoscaba la política de persecución penal del MPF, toda vez que se refleja un conflicto de intereses teniendo en cuenta su reciente pasado como defensor.
En ese punto, resaltaron que fue abogado de importantes acusados por asociación ilícita, al tiempo que se deslizó que sus socios “siguen haciéndolo” en varios casos.
Por ende, presentaron notas-denuncias en la propia Fiscalía General, como así también en la oficina de Sumarios Administrativos del Poder Judicial y ante el Tribunal de Ética del Tribunal Superior de Justicia.
Las presentaciones con pedidos de sanciones siguen en pie.
Resta ver cómo sigue el trámite.
Pérez Moreno le dijo a La Voz que habían sido opiniones personales “en abstracto”, sin adentrarse en “ninguna causa” en particular y aseveró que todo fue para generar debate, al tiempo que señaló que iba a disculparse con ambos fiscales.
No hubo contactos formales de este hacia esos funcionarios, según pudo saberse.

Respaldo a fiscales denunciantes
A todo esto, y en medio del tembladeral, el MPF difundió el viernes casualmente (y en su portal informativo) una condena por asociación ilícita contra una banda de ladrones que habían cometido salideras bancarias en Córdoba.
En un comunicado oficial, se informó que una investigación del fiscal Iván Rodríguez había terminado en un juicio abreviado en el que se condenó a 14 personas a penas de entre tres y siete años de cárcel.
En la parte final del comunicado, y en un claro mensaje del propio MPF, se señaló: “Es importante destacar que ni los condenados sin sus abogados defensores cuestionaron los hechos y sus calificaciones legales, lo que permitió que el caso fuera resuelto en un juicio abreviado”.
Dicho a las claras, ni los defensores se quejaron de la asociación ilícita.
En los Tribunales, esto fue visto como un claro mensaje de apoyo al trabajo de los fiscales y para que se siga actuando en ese sentido.
Hay un apoyo concreto por parte del fiscal General, Juan Manuel Delgado, para que se siga imputando y acusando, cuando corresponda, por asociación ilícita a organizaciones de delincuentes, sean empresarios, uniformados o ladrones callejeros.
A todo esto, la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de Córdoba respaldó a Klinger y a Gavier, toda vez que expresó su alta preocupación por lo sucedido con Pérez Moreno y sus manifestaciones.
A su turno, la Asociación de Abogados Penalistas (no es el Colegio de Abogados) cuestionó a Magistrados.
Cortocircuito fiscal
En aquel posgrado universitario, Pérez Moreno se refirió a la asociación ilícita y cuestionó, ante el auditorio, su uso extendido en Córdoba.
El adjunto remarcó que la figura de asociación ilícita se volvió una broma en Tribunales y sostuvo: “Hemos llegado al absurdo de decir que 10 muchachitos son una asociación ilícita y deben condenarlo porque son una banda peligrosísima”, expresó.
Añadió además que esa figura penal debe ser un fin y no un medio en el marco de una causa, al tiempo que remarcó que muchas veces es usada para “coercionar a acusados” para que confiesen.
“Utilizarlas en simples organizaciones, participaciones criminales, estamos nosotros desnaturalizando algo tan importante”, resaltó.
Esas manifestaciones generaron reparos y malestar en varias fiscalías.
Uno de los fiscales que pasó a la acción fue el propio Gavier, quien ya logró cercar a empresarios desarrollistas, como también a exjefes penitenciarios y exjefes policiales con la figura de la asociación ilícita.
Gavier no olvida que el propio Pérez Moreno fue defensor hasta no hace mucho de los principales imputados de esas causas.
“Sus declaraciones, al cuestionar el uso de la asociación ilícita y exhortar a concurrentes a seguirlo, constituyen una intromisión indebida de gravedad institucional, un conflicto de intereses grave con la función asumida, no sólo porque actuó como abogado defensor de imputados, sino porque, de hecho continúan defendiéndolos sus socios”, se escuchó de ámbitos cercanos a la fiscalía.
Otro fiscal que pasó a la acción fue Klinger, otro experimentado funcionario que ya esclareció graves casos criminales, quien acusó recientemente por asociación ilícita a una peligrosa y aceitada banda de motochoros que asolaba en la Capital.
Precisamente, pocos días atrás, el propio MPF había informado de manera destacada que Klinger había dictado las prisiones preventivas contra esos presuntos motochoros.
Gavier y Klinger accionaron contra Pérez Moreno y reclamaron que Fiscalía General se adopten medidas.
Puntualizaron injerencia indebida en sus expresiones y que eso “atenta” el trabajo de las fiscalías.
Resaltan fuentes cercanas a los denunciantes que instancias superiores como Juzgados de Control y Cámaras del Crimen vienen avalando la figura de la asociación ilícita.
A todo esto, hay mucha inquietud en fiscalías del interior, donde también se usa y mucho esa figura. “En el interior, varios se sienten solos como para que encima desde arriba haya cuestionamientos de un superior...”, aseveró una alta fuente judicial.

Voces críticas
Varios fiscales consultados han expresado por lo bajo su malestar y ciertos reparos por las afirmaciones públicas de Pérez Moreno.
“Se usa la asociación ilícita porque corresponde. Las veces que se usa es porque tenemos bandas organizadas, con jefes, subjefes, cómplices que obedecen, delinquen, ocultan, hay roles asignados, delitos específicos y organizados. Y no podés andar acusando con figuras leves como robo… Acá hay organizaciones”, expresó un alto funcionario judicial, quien fue más allá: “El delito ha mutado. Muchas bandas ya no son simples bandas. Son asociaciones ilícitas. Y para eso está la ley. Para hacerla cumplir”.
En otra fiscalía aseveraron: “Vos podés tener una asociación ilícita con poderosos, y también con policías, con empresarios, con narcos y hasta con delincuentes barriales que se organizan para actuar y atacar. Además, no se puede acusar con figuras penales leves”.
Por lo bajo, y en estricto off, varios instructores se mostraron disgustados con las expresiones del fiscal adjunto.
“No se puede marcar la cancha. No nos pueden decir qué hacer o cómo hacer. Estamos para hacer cumplir la ley y además hay instancias superiores de control además. No es que una fiscalía dice una cosa y listo… Hay controles de juzgados, Cámara de Acusación, el juicio…”, sostuvo un fiscal.
Por el contrario, otras fuentes judiciales relativizaron los dichos de Pérez Moreno.
Señalaron que fueron comentarios y recomendaciones para abogados que hicieron un posgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba. “No fue una instrucción expresa ante fiscales en un encuentro. Fue otra cosa. Fue su opinión”, indicó una fuente.
Un fiscal de trayectoria le remarcó a La Voz que por ley orgánica los fiscales generales no le pueden decir a un fiscal que tiene qué hacer. “Hay instrucciones generales sobre determinados temas pero no se pueden meter en causas particulares. Ni sugerirnos adoptar tal o cual temperamento”, expresó.
El funcionario se mostró cauto sobre la asociación ilícita. “Es una figura muy específica y compleja de armar. Muchos la usan indiscriminadamente. Pero después hay que probarla”, sostuvo el fiscal y fue más allá: “Es la facilidad (de usarla). Tenés prisión preventiva asegurada con esa calificación”.