A poco de cumplirse una semana de que los fiscales de instrucción Enrique Gavier y Juan Pablo Klinger acusaran al fiscal general adjunto Alejandro Pérez Moreno de haber violado normas éticas y haberse entrometido en sus desempeños funcionales, entre otros fuertes reproches, para luego presentar duros escritos en instancias superiores, hay novedades desde Tribunales de Córdoba.
El Tribunal de Ética del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), una de las instancias en donde se presentó una nota, abrió un sumario para analizar lo sucedido con Pérez Moreno, confirmaron fuentes judiciales.
Este tribunal, presidido por Armando Andruet, analizará lo ocurrido y realizará un procedimiento por escrito que puede tener eventualmente tres resoluciones: concluir que hubo un incumplimiento a las normas éticas por parte del fiscal adjunto y enviarle una serie de recomendaciones para que no vuelvan a suceder; o eventualmente determinar que hubo algo más serio y que excede al Tribunal de Ética por lo que hay que girar todo a Sumarios Administrativos del TSJ; o bien entender que no sucedió nada y archivar todo.
Cabe señalar que en la oficina de Sumarios Administrativos también se presentó una nota por parte de los fiscales pero, según trascendió, para que no haya dos pesquisas en paralelo habría que esperar qué sucede primero en Ética.

De todos modos, no se descarta que Sumarios Administrativos pueda adoptar alguna medida de manera independiente.
A todo esto, hay otra nota/denuncia de los fiscales presentadas en la misma Fiscalía General de la Provincia. Su titular, Juan Manuel Delgado, ya salió a respaldar de manera pública a los fiscales.
La semana pasada, Klinger y Gavier presentaron notas/denuncias contra Pérez Moreno aduciendo que se habían sentido agraviados luego de que el adjunto expresara, durante un seminario en la Universidad Nacional de Córdoba, su disconformidad y reparos sobre el uso extendido de la figura de la asociación ilícita a la hora de acusar a delincuentes.

En aquella disertación, realizada en junio, Pérez Moreno aseveró que se “desnaturalizó” el uso de esa figura y la calificó de “absurdo” en varios casos. Con términos coloquiales y burlescos, señaló que se la usa muchas veces para “coercionar a acusados” para que confiesen.
Klinger y Gavier entienden que hubo una clara injerencia en el accionar de fiscalías, recalcaron que se afectó la independencia funcional y se menoscabó la política de persecución penal del MPF, toda vez que se reflejó un conflicto de intereses teniendo en cuenta su reciente pasado como abogado defensor.
Resaltaron que fue abogado de importantes acusados por asociación ilícita, al tiempo que se deslizó que sus socios “siguen haciéndolo” en varios casos.
Por ende, presentaron denuncias en la propia Fiscalía General, como así también en la oficina de Sumarios Administrativos del Poder Judicial y ante el Tribunal de Ética del Tribunal Superior de Justicia.
El adjunto Pérez Moreno le dijo a La Voz que habían sido opiniones personales “en abstracto”, sin adentrarse en “ninguna causa” en particular y aseveró que todo fue para generar debate, al tiempo que señaló que iba a disculparse con ambos fiscales.
No hubo más expresiones oficiales.

Cómo sigue la causa con Pérez Moreno
El Tribunal de Ética Judicial tiene una función exclusivamente preventiva y pedagógica. No dictamina respecto a faltas administrativas.
Las resoluciones del tribunal –según se lee en su página web- buscan orientar la conducta de magistrados y funcionarios conforme a los principios que integran el Código de Ética Judicial.
Sus miembros son magistrados y abogados ya jubilados. Cada integrante fue propuesto por el Poder Judicial de Córdoba, la Asociación de Magistrados y Funcionarios, el Colegio de Abogados de la Provincia y por la Federación del Colegio de Abogados. Preside Armando Andruet, exvocal del TSJ.
Desde este ente se señala que atiende denuncias éticas y efectúa recomendaciones, entre otras medidas.
“Los trámites ante el Tribunal de Ética son escritos. Se le corre vista a la persona denunciada (en este caso Pérez Moreno) para que haga su descargo. Luego, el tribunal analiza si hubo algún incumplimiento a las normas éticas”, explicó una alta fuente judicial.
Se remarcó que su función es preventiva y pedagógica.
“Las resoluciones buscan orientar la conducta de magistrados y funcionarios conforme a los principios que integran el Código de Ética Judicial”, señalaron desde la Justicia.
Temblor en el MPF
En aquel posgrado universitario, Pérez Moreno se refirió a la asociación ilícita y cuestionó, ante el auditorio, su uso extendido en Córdoba. El adjunto remarcó que la figura de asociación ilícita se volvió una broma en Tribunales y sostuvo: “Hemos llegado al absurdo de decir que 10 muchachitos son una asociación ilícita y deben condenarlo porque son una banda peligrosísima”, expresó.
Añadió además que esa figura penal debe ser un fin y no un medio en el marco de una causa, al tiempo que remarcó que muchas veces es usada para “coercionar a acusados” para que confiesen. “Utilizarlas en simples organizaciones, participaciones criminales, estamos nosotros desnaturalizando algo tan importante”, resaltó.
Esas manifestaciones generaron reparos y malestar en varias fiscalías.
Uno de los fiscales que pasó a la acción fue el propio Gavier, quien ya logró cercar a empresarios desarrollistas, como también a exjefes penitenciarios y exjefes policiales con la figura de la asociación ilícita. Gavier no olvida que el propio Pérez Moreno fue defensor hasta no hace mucho de los principales imputados de esas causas.
“Sus declaraciones, al cuestionar el uso de la asociación ilícita y exhortar a concurrentes a seguirlo, constituyen una intromisión indebida de gravedad institucional, un conflicto de intereses grave con la función asumida, no sólo porque actuó como abogado defensor de imputados, sino porque, de hecho continúan defendiéndolos sus socios”, se escuchó de ámbitos cercanos a la fiscalía.
Otro fiscal que pasó a la acción fue Klinger, quien acusó recientemente por asociación ilícita a una peligrosa y aceitada banda de motochoros que asolaba en la Capital.
Otros fiscales señalaron que no se trata de un cruce de opiniones. Entienden que fue un contrasentido y una injerencia de uno de los dos adjuntos. Para peor, se lo cuestiona porque hubo una directiva superior para un trabajo de esclarecimiento territorial de delitos.
Las presentaciones causaron un fuerte sismo en el MPF y en el Poder Judicial. Los cimbronazos aún perduran.
La Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales salió a respaldar a los fiscales y expresó su preocupación por las manifestaciones de Pérez Moreno, mientras que la Asociación de Abogados Penalistas apoyó al adjunto.