Un hombre fue enviado a juicio oral acusado de haber cometido un brutal asalto contra una jubilada, en el 2024, en su casa de la localidad de Noetinger, en el departamento Unión. La víctima fue golpeada, maltratada y sufrió principio de asfixia con un respirador.
Precisamente, ese elemento para la Justicia fue central: el fiscal Nicolás Gambini consideró que el repasador “fue un arma” y por ende lo considera un agravante a la hora de la acusación por el robo.
De esta manera, el fiscal Gambini, de Bell Ville, envió a juicio a Facundo Mamondes por el supuesto delito de robo calificado por el uso de arma.
La víctima sobrevivió, pero resultó con serias lesiones
El violento episodio ocurrió el 24 de marzo de 2025, cuando Mamondes presuntamente escaló una tapia para ingresar a la vivienda de la víctima N.L.M., de 85 años, en la localidad de Noetinger, se informó desde el Ministerio Público Fiscal.
Una vez dentro, sorprendió a la mujer, la sujetó del cuello y, según la acusación, le dio dos vueltas con un repasador en el cuello y la boca para impedirle respirar, mientras la amenazaba de muerte, se indicó desde el MPF.
“Dame la plata o te voy a matar”, habrían sido algunas de las amenazas expresadas por el acusado.
Luego, siempre según la causa, la arrastró a un dormitorio, la arrojó en la cama y la cubrió con una frazada para robar una cadena de oro y huir del lugar, de acuerdo a la pesquisa.
Desde el MPF se indicó que la clave de la grave acusación radica en cómo se utilizó un objeto cotidiano.
Para la fiscalía, un arma impropia es cualquier elemento que, por su uso, aumenta el poder ofensivo de una persona.
“En este caso, se argumenta que el repasador no fue un simple objeto, sino que se transformó en un arma por la voluntad del agresor”, se remarcó desde la Justicia.
“Al ser empleado para obstruir las vías respiratorias de la víctima, generándole asfixia y un temor real por su vida, el repasador adquirió una ‘alta potencialidad ofensiva’”, se indicó desde la fiscalía
Este uso, sumado a la amenaza de muerte, y a la condición especial de la víctima, creó un peligro concreto para la vida de la mujer y justifica, según el fiscal, la aplicación de la agravante del uso de arma.
Captura y pruebas
La investigación policial y judicial se activó de inmediato con un “operativo cerrojo” que fue crucial para la detención del sospechoso.
Gracias a testimonios de vecinos que vieron a un joven huyendo de forma apresurada, entre otras pruebas, los investigadores obtuvieron datos centrales para la causa.
Pesquisas de la Policía detuvo a Mamondes en la terminal de ómnibus de Noetinger mientras intentaba abandonar la localidad, informó el Ministerio Público Fiscal.
Al momento de su aprehensión, en su mochila se encontraron elementos que lo incriminan directamente: una remera roja húmeda que coincidía con la descripción dada por la víctima y, fundamentalmente, la cadenita de oro robada, que fue reconocida por la mujer, se indicó desde la Justicia.
La investigación también determinó que el acusado vivía en la casa contigua a la de la víctima, lo que le habría facilitado conocer sus rutinas para poder concretar el asalto.
Como consecuencia del ataque, la mujer sufrió la fractura de cuatro costillas, además de múltiples hematomas, requiriendo varios días de recuperación.
Afortunadamente, la víctima se recuperó. Su caso causó profunda conmoción en la población.
Preso y a juicio
En la actualidad, Facundo Mamondes permanece detenido en prisión y a la espera de ser juzgado por la Cámara del Crimen de la ciudad de Bell Ville.
Por ahora, no se conoce la versión defensiva del acusado en torno a los graves hechos.
En caso de ser hallado culpable por el delito de robo calificado por el uso de arma, podría enfrentar una pena de entre 5 a 15 años de prisión, según se indicó desde el MPF.
