El olor a nafta lo condenó. El empresario Walter Daniel Navarro (52) fue sentenciado en la ciudad de Córdoba por el transporte de 25 kilos entre cocaína y cloruros en la localidad de Villa Totoral, en el norte de la provincia.
En un juicio abreviado acordado entre Navarro y el fiscal federal General de Córdoba capital, Carlos Casas Nóblega, el juez Julián Falcucci, del Tribunal Oral Federal N° 1 del mismo distrito, lo condenó a cuatro años y 10 meses de prisión.
Sospechas en la ruta
La tarde del 15 de noviembre de 2022, los efectivos de la Unidad de Información de Gendarmería advirtieron a sus pares de la Unidad de Reunión de Información sobre un Chevrolet Astra GL que circulaba en sentido norte-sur y que había evadido varios controles, cambiando, incluso, de sentido de circulación.
La Unidad de Información había montado un operativo de prevención entre las rutas 16 y 60, ante el posible transporte de droga. Cuando percibió los movimientos del Astra GL, notificó a los gendarmes apostados en la ruta 9. Tras las maniobras sospechosas, el auto ingresó a Villa del Totoral.
Durante el patrullaje por esa localidad, encontraron el vehículo estacionado en Presidente Perón, entre 25 de Mayo y Arturo M. Bas. Su conductor, Navarro, explicó que había partido desde Ojo de Agua (Santiago del Estero) con destino a la ciudad de Córdoba.
El “enemigo íntimo”
Los efectivos percibieron rápidamente un intenso olor a combustible en el rodado, lo que aumentó las sospechas sobre un posible tráfico de estupefacientes. Debido a la ausencia in situ de un perro antinarcóticos, trasladaron al hombre y el auto hasta el Escuadrón 65 de Gendarmería Sinsacate.
En el tanque de combustible del cual emanaba el fuerte olor (el “enemigo íntimo” que lo delató), encontraron una bolsa con 16 paquetes “ladrillo” de cocaína y cloruros y otros nueve paquetes adosados a las paredes laterales del baúl. El fiscal federal N° 3, Maximiliano Hairabedian, lo imputó y el juez N° 1, Alejandro Sánchez Freytes, lo envió a juicio.
Los investigadores detectaron que había transportado la droga desde Orán, en Salta, con destino a esta capital. El empresario, dueño de una pyme, reconoció los hechos en el acuerdo firmado con el fiscal General Nóblega.
“Ha quedado evidenciado que la conducta atribuida se encuentra dentro de la cadena de la comercialización de estupefacientes, entre su producción y su distribución, acreditando dolo de tráfico. Ello se desprende, asimismo, de la cantidad de estupefaciente incautado, de la manera en que era trasladado –oculto dentro del tanque de combustible y de paredes del baúl en que se conducía Navarro–, todo lo cual resulta propio del tráfico de estupefaciente y resultando claro su destino de introducción al circuito del narcotráfico”, dijo el juez Falcucci, y lo condenó.
