Entre los delitos que le atribuye el fiscal Enrique Gavier a la “banda penitenciaria”, está la confección de informes favorables para facilitar salidas transitorias o reducciones de condenas. Una pieza clave en estos informes eran los certificados de estudios. La investigación develó que la mayoría de estos cursos “contenía estampados sellos de dos instituciones: Celsius e Instrumenta, en conjunción con la Facultad Regional San Francisco de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)”. Este dato abre otra línea más de investigación del entramado de corrupción.
“Los certificados acreditaban que los internos habían completado exitosamente cursos de las más diversas temáticas, en general de 90 horas de cursado online. Pero ni la Facultad Regional San Francisco de la UTN ni Celsius, como así tampoco Instrumenta, gozaban de vinculación alguna con el Servicio Penitenciario o con el Ministerio de Justicia, con lo cual la hipotética prestación de dictado de cursos por parte de estas instituciones nunca debería haber ocurrido. Además, burdamente podría haberse convenido que los internos realicen cursos de dictado online, puesto que no debería existir posibilidad material de acceder a una clase online, al estar prohibidas las computadoras y los celulares y carecer los establecimientos de wifi”, resalta el fiscal.
Entre los presos que se beneficiaron de informes favorables por la realización de estos cursos se destacan los casos de Ricardo Beretta y Diego Cornaglia, coimputados en la causa “One Coin”, el engaño internacional que embaucó a millones de víctimas alrededor del mundo con la falsa ilusión de adquirir criptomonedas, detenidos por orden del propio Gavier.
Beretta -financista- presentó en su legajo certificados de finalización y aprobación de los cursos de domótica para hogares Smart; instalación de termotanques solares Smart; instalación de paneles solares; impresión 3D; asistente en recursos humanos; auxiliar de farmacia; facturación médica; community manager y social media manager; oratoria estratégica, y secretario administrativo contable. A su vez, Daniel Cornaglia -abogado- presentaba en su legajo certificados de cursos de impresión 3D; domótica para hogares Smart; community manager y social media manager; instalación de termotanques solares; oratoria estratégica; asistente en recursos humanos; auxiliar de farmacia; facturación médica, y secretario administrativo contable.
Para entender cómo operaban estos certificados en el mercado negro carcelario, Gavier cita el testimonio de Sandra Marcela Falabella, quien contó que su marido (privado de su libertad) le solicitó que agilizara la venta de su automóvil a fin de adquirir cursos con los cuales solicitar la libertad anticipada. “Dos meses menos por curso”, era la promesa.
