Una situación estremecedora y de horror se vivió en el condado de Armstrong, Estados Unidos cuando el dueño de una vivienda que había quedado desocupada desde agosto ingresó para limpiarla. Apenas entró a la casa, el propietario sintió un fuerte olor y realizó el macabro hallazgo de los restos de un bebé muerto en un ropero.
De inmediato, alertó a la Policía, y durante la inspección posterior, las autoridades encontraron otros tres cuerpos de bebés en bolsas dentro del ático, sumando un total de cuatro víctimas.
La acusada y las confesiones
La inquilina desalojada, identificada como Jessica Mauthe, de 39 años, fue detenida y ahora enfrenta cargos por homicidio criminal y abuso de un cadáver.
La Policía Estatal de Pensilvania informó que la mujer admitió haber escondido los cuerpos de tres de los bebés luego de haber dado a luz en su propia casa.
De acuerdo con lo reportado por CBS News, Mauthe dio detalles sobre algunas de las muertes. Declaró que la primera muerte ocurrió hace seis años. En ese caso, la mujer dio a luz en el baño, se desmayó y, al despertar, el niño estaba muerto. Sobre otro de los casos, confesó que el bebé murió tras haberlo envuelto en una toalla. La acusada, sin embargo, no proporcionó detalles sobre los otros dos cuerpos encontrados por la policía.
Los investigadores destacaron que en ninguno de los partos la mujer buscó atención médica.
Situación familiar y repercusiones
Se confirmó que Jessica Mauthe tiene otros dos hijos de 6 y 8 años. Adicionalmente, se informó que su esposo se encuentra actualmente preso.
Mauthe fue trasladada a la cárcel del condado de Armstrong. Permanecerá allí sin derecho a fianza.
El horror y la naturaleza del hallazgo generaron conmoción en la comunidad local y reabrieron un debate importante sobre la necesidad de asistencia médica y social para aquellas familias que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.