Siguen internados en grave estado dos jóvenes que se conducían en una moto y terminaron impactando contra un patrullero de la Policía provincial que circulaba a alta velocidad en una esquina de barrio Villa 9 de Julio, en la zona noroeste de la Capital. El móvil siguió de largo y regresó al lugar del hecho al cabo de un tiempo no precisado.
El policía que manejaba el móvil fue imputado en las últimas horas por lesiones graves culposas agravadas por la conducción de vehículo automotor. Así lo dispuso la fiscalía a cargo de Jorgelina Gutiez, desde donde se decidió que el efectivo siga en libertad.
A todo esto, el uniformado y el jefe de móvil quedaron en situación pasiva en el marco de una investigación interna. Así lo dispuso el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad de Córdoba, señalaron fuentes oficiales.
Las dos víctimas se encuentran internadas en el Hospital de Urgencias con distintos traumatismos. Uno de ellos está en situación compleja.
Miaentras los familiares de los jóvenes denuncian que fueron abandonados por la patrulla a su suerte, desde la fuerza policial sostienen que el movil regresó para ayudar pero debieron irse rápidamente por las agresiones a pedradas que provenían desde distintos sectores del barrio.
Todo está bajo invesgación pero este viernes, el medio ElDoce.tv, accedió a la foto de cómo quedó el patrullero que protagonizó el impacto.
Todo sucedió el martes a la tarde en barrio Villa 9 de Julio, en la zona noroeste de la Capital.
En circunstancias que son investigadas, una camioneta policial que circulaba a alta velocidad chocó contra una moto en la que iban Franco Benjamín Miranda (27) y Néstor Fabián Moyano (30). Sucedió en la intersección de las calles Coquena y Charrúas. Ambos motociclistas resultaron heridos y quedaron tirados en la calle.
El móvil siguió de largo. Autoridades policiales señalaron que el patrullero regresó a los pocos minutos al lugar de los hechos.
Para entonces, un grupo de vecinos salió a la calle y atacó a pedradas al personal policial. Fue necesaria la participación de la Guardia de Infantería para contener la situación.
Se vivieron momentos de extrema tensión.
A todo esto, Miranda y Moyano fueron llevados al Hospital de Urgencias, donde quedaron finalmente en la sala de shock room. Resultaron con traumatismos de cráneo y de tórax, además de lesiones en brazos y piernas.
Sus familiares señalaron que ambos se encuentran en estado de suma gravedad y se quejaron por el accionar policial y, sobre todo, porque el móvil se marchó del lugar.
Accionar bajo la lupa
Las autoridades policiales señalaron que la patrulla circulaba en apoyo o colaboración de otro móvil que acudía a una emergencia.
Fue en esas circunstancias que el segundo móvil, al cruzar a alta velocidad una esquina, embistió la moto y siguió de largo.
Desde Jefatura de Policía señalaron que el móvil con sus ocupantes regresó al rato al lugar del hecho y se llamó a una ambulancia del servicio de emergencias.
Una cámara de seguridad captó el momento en que sucedió la colisión.
“En la imagen se ve que el móvil pasó, no podemos saber la velocidad, pero iba con urgencia. Se está investigando el sucesos y se va a determinar el alcance de la responsabilidad”, dijo el comisario René Villegas, del área de Control Policial.
“La dotación se detuvo, regresó e intentó auxiliar a las personas de inmediato. Allí, fueron agredidos por los vecinos con piedras”, añadió el funcionario.
Causa abierta
La investigación quedó radicada en la fiscalía de Gutiez, donde se dispuso la primera imputación. Además se ordenó una serie de medidas investigativas.
En tanto, desde el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad se dispuso que los dos policías queden en situación pasiva por seis meses mientras se lleva adelante la investigación interna. La situación pasiva implica que los uniformados queden sin arma y vean recortados sus sueldos.
El caso se agrega a una serie de choques protagonizados por móviles policiales en los últimos tiempos.
Policías en las malas: el caso de la “patota”
A todo esto, continúa la investigación judicial en torno al accionar de una “patota” de la Policía de Córdoba que secuestró a un joven al que acusaba de tener relación con el robo de una motocicleta.
En el marco de esa causa, que lleva adelante la fiscal Jorgelina Gutiez, hay seis personas detenidas: cuatro son policías y otros dos son civiles. En torno, se busca a otras dos personas. Una de ellas sería un comisario retirado.
Según la causa, dos personas alertaron a policías de dos móviles sobre el robo de una moto de un estacionamiento de un centro comercial de la zona noroeste. Así las cosas, los policías (y a bordo de patrulleros) llevaron adelante una investigación paralela e ilegal, dado que se no se alertó a la Justicia. Según la causa, los policías irrumpieron por la fuerza en la casa de un joven, lo golpearon y se lo llevaron en un patrullero de manera ilegal mientras lo amenazaban de muerte con armas reglamentarias.
Finalmente, el joven fue liberado en barrio IPV Argüello.
Las imputaciones son privación ilegítima de la libertad, coacción, violación de domicilio (en el caso de los civiles) y allanamiento ilegal (en el caso de los policías).
