El fiscal de Distrito 4 Turno 2 de Córdoba, Horacio Vázquez, dictó la prisión preventiva de Roberto José Carmona (61), el múltiple asesino que el pasado martes 13 de diciembre escapó de los guardiacárceles que lo custodiaban y asesinó al taxista Javier Rodrigo Bocalón (42) durante su alocada fuga.
En la resolución comunicada el pasado lunes, Vázquez le adjudica un rosario de delitos al asesino de Gabriela Ceppi en enero de 1986 y de otros dos detenidos con él en diversos penales donde está encerrado desde aquel año.
Esos delitos cometidos en “tres hechos” por Carmona durante su huida la tarde en que Argentina jugaba con Croacia la semifinal del último Mundial, son evasión, robo calificado por el uso de arma, homicidio criminis causa del taxista Bocalón -en el primer hecho- y robo calificado por el uso de arma reiterado -segundo y tercer hechos- por el ataque a particulares para sustraerles sus automóviles.
También impacta comprobar cómo fija los tres hechos cometidos por Carmona, desde su escape de la casa de “Angelita”, el traslado hasta que toma el taxi, el asesinato de Bocalón, el choque contra dos postes, la sustracción de otro vehículo a una pareja, el choque en el CPC Villa El Libertador y el intento de robo de otro vehículo a dos mujeres, hiriéndolas.
En el primero, queda claro que Carmona apuñala a Bocalón varias veces en el cuello y también en la espalda y el brazo derecho. Luego de matarlo, corre al taxista al asiento del acompañante y él continúa conduciendo el vehículo. Esto confirma que fue el propio Carmona el que chocó el vehículo contra dos postes.
En el segundo, se relata cómo amenaza a la pareja que estaba en el supermercado Mariano Max de avenida Santa Ana. Logra sustraerles el Gol y huye donde termina chocando en Villa El Libertador.
El tercer hecho describe cómo, en barrio Parque Vélez Sársfield, ataca a dos mujeres que bajaban de un auto, a quienes produce heridas menores con su cuchillo. Una de ellas le tira de los cabellos y consigue que Carmona huya. Minutos después, el múltiple homicida es recapturado en Alto Alberdi.
Medidas de coerción
Con esta preventiva, el fiscal Vázquez toma la misma decisión que ya emprendió en contra de los guardiacárceles David Rubén Bravo, Walter Gustavo Gómez, Leandro Omar González, Juan José Penayo, Liber Omar Salinas y Jorge Antonio Sánchez y de la esposa de Carmona, Ángela Elizabeth Etudie. A todos les imputa el delito de favorecimiento a la evasión y los tiene privado de la libertad, si bien a la mujer el fiscal le concedió la prisión domiciliaria.
La tristemente célebre historia del preso más peligroso del sistema penitenciario se inició en enero de 1986, cuando secuestró y asesinó a Gabriela Ceppi, una adolescente de 16 años que volvía de bailar en Carlos Paz con unos amigos. Condenado a prisión perpetua a mediados de ese mismo año, en 1994 asesinó en la penitenciaría de barrio San Martín al recluso Héctor Vicente Bolea. Por este homicidio, recibió otra pena, de 16 años de prisión.
Después, ya en la Prisión Regional de Chaco, le clavó un palo de escoba en el tórax y mató a su compañero de encierro Demetrio Pérez Araujo. En este caso, volvió a recibir otra pena de prisión perpetua.
Desde 2015 gozaba del régimen de traslados desde Chaco a Córdoba, para visitar cada cuatro meses a su esposa “Angelita”. En ese marco, el 13 de diciembre pasado, escapó de la casa de su mujer, cuando supuestamente se recostó un momento y mientras los guardiacárceles veían el partido de la selección nacional.
En la causa de esta evasión, el abogado Carlos Nayi actúa como querellante, en representación de todos los damnificados por las acciones de Carmona.
Entre las medidas pedidas por el acusador particular está el pedido de investigación jurisdiccional a la jueza de Ejecución Penal de 2ª Nominación de la Justicia chaqueña Ligia Duca para determinar la probable comisión de delito común, mala conducta, mal desempeño y falta de cumplimiento de los deberes a su cargo.
Esto recibió el aval de la Jueza de Control de Córdoba María Celeste Ferreyra, quien giró el pedido a la Justicia chaqueña para que evalúe el requerimiento, a cargo de un magistrado de esa provincia.
Fundamentos
“Aun a riesgo de asumir lo absurdo que aparece entrar en consideraciones a fin de fundamentar en contra del imputado....”. Así comienza Vázquez a explicar los porqués del dictado de la prisión preventiva en la que tiene que demostrar la peligrosidad procesal de un múltiple asesino que mata sin piedad ni remordimiento.
Se trata de una medida de coerción que no sería necesario dictar por la condena que ya viene cumpliendo y que le impide salir en libertad, pero se realiza por el rigor procesal y para continuar con la investigación.
Por eso el fiscal destaca el “elevado grado de violencia” de Carmona toda vez que pudo ejercerla y su “evidente sensación de impunidad”. También destaca que existe un alto riesgo de fuga para evitar cumplir el “importante remanente de la pena que le ha sido impuesto y que aún debe purgar”.
También destaca el instructor que para asegurar su fuga “no le fue obstáculo atentar contra la vida de inocentes”, como el taxista Bocalón y las otras personas que quiso agredir para quitarles sus vehículos.
También menciona Vázquez una “obstinación en su empresa delictiva y de una voluntad proclive a la constante violación de la ley y la autoridad”.
Con relación al pronóstico punitivo por estos delitos hace diversos análisis pero termina señalando que ante la gravedad del crimen, “la única pena a imponérsele -sin lugar a dudas- será, tras su unificación con las anteriores, la de reclusión o prisión perpetua, más su correspondiente declaración de reincidencia y hasta con la posible aplicación de la accesoria por tiempo indeterminado”.
