El caso de la adolescente de 13 años que estuvo desaparecida durante cuatro días en Chaco tomó un giro inesperado con la detención de su tutora, una mujer de 42 años identificada por sus iniciales M.F.. La mujer está acusada de estar involucrada en una red de trata de personas y explotación sexual, actuando como intermediaria para concretar encuentros sexuales entre la menor y adultos a cambio de dinero y regalos.
La detención de la tutora se produjo después de que los investigadores reunieran pruebas que la vinculan directamente con la desaparición de la niña y con un posible entramado de explotación sexual. El expediente, que inicialmente se había caratulado como “búsqueda de paradero” tras la denuncia por la desaparición de la adolescente, cambió de rumbo una vez que la menor fue encontrada y se recabaron nuevos testimonios.
Detalles de la investigación y evidencia clave
La investigación apunta a que la mujer habría facilitado encuentros sexuales a cambio de obsequios y dinero. La fiscal Candela Valdez, a cargo del caso, dispuso las averiguaciones que llevaron a las sospechas sobre la tutora.
Además, la jueza de Garantías N° 2, Liliana Puppo, autorizó un allanamiento en la vivienda de la mujer. Durante el operativo, se secuestraron elementos de interés que reforzaron la hipótesis de la investigación, y mediante el análisis de un teléfono celular se pudo establecer que facilitaba la prostitución.

En paralelo a esta nueva detención, la aprehensión previa de R.A.S., un joven de 19 años y pareja de la menor, ya había abierto nuevas líneas de investigación. Este joven fue detenido después de que se difundiera un video en redes sociales donde aparecía junto a la adolescente en la madrugada del 21 de agosto, siendo esta la última imagen conocida de ella antes de ser encontrada por la policía.
La desaparición de la menor había movilizado a toda la comunidad de Presidencia de la Plaza desde el 20 de agosto, activando un protocolo que incluyó rastrillajes, análisis de cámaras de seguridad y un amplio despliegue policial con la colaboración de diferentes organismos.
Los investigadores no descartan la existencia de más personas involucradas en esta red de explotación y anticipan nuevas imputaciones. Mientras tanto, la víctima se encuentra bajo asistencia médica, acompañamiento psicológico y contención social, mientras se definen las medidas de protección para garantizar su integridad.
