Una mujer conocida como “la china” habría encabezado una asociación ilícita que desfalcó más de $ 1.500 millones a la Universidad de Buenos Aires (UBA) mediante la creación de empresas fantasmas y correos electrónicos falsos para desviar fondos a través del Banco Nación.
Según fuentes de la investigación, esta asociación ilícita se dedicaba a realizar extracciones no autorizadas de cuentas bancarias de la UBA en el Banco Nación.
El modus operandi consistía en la constitución de empresas ficticias con direcciones de correo electrónico falsificadas. Desde estos correos, se emitían autorizaciones apócrifas para realizar débitos sobre las cuentas de la universidad, bajo la excusa de la compra de materiales para supuestas actividades académicas. Además, se adulteraban notas con firmas falsificadas.
La causa se inició en octubre del año pasado, a raíz de una denuncia presentada por autoridades de las Facultades de Derecho y Odontología. La Fiscalía Criminal y Correccional Federal N° 8, a cargo de Eduardo Taiano, abrió el expediente y designó a la Policía Federal para llevar adelante la investigación. Agentes de la División Antifraude realizaron tareas de campo, incluyendo vigilancias encubiertas, seguimientos y análisis de antenas telefónicas.
Estas tareas permitieron identificar a 19 personas involucradas, quienes habían facilitado sus cuentas bancarias para recibir parte de los fondos desviados. Con esta información, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 9, bajo la supervisión del juez Sebastián Ramos, tomó declaraciones indagatorias a los sospechosos y así pudo establecer el modus operandi del fraude.
La PFA ya había realizado allanamientos clave en febrero, logrando detener a cinco miembros de la asociación ilícita con una responsabilidad mayor. Estos individuos son acusados de crear las empresas fantasma y las cuentas de mail falsas utilizadas para enviar las órdenes de transferencias, así como de adulterar notas y mantener el contacto con el banco.

La reciente detención de “la china” es considerada crucial. Fuentes policiales explicaron que ella tenía un rol fundamental y que sus intervenciones aseguraban el éxito de las maniobras fraudulentas. Su función principal era la distribución del dinero en cuentas de terceros con la finalidad de desviar los fondos, para luego reinsertar esas sumas en el mercado financiero.
Los detenidos, todos ellos argentinos y mayores de edad, quedaron a disposición del juez Ramos, imputados por los delitos de “asociación ilícita y estafas”. Se espera que continúen las actuaciones procesales en la causa.