Al tiempo que se potencian la bronca, el dolor y la conmoción, tras la trágica colisión que provocó la muerte de un hombre y de tres de sus pequeños hijos y heridas en otras dos adolescentes ocurrida en la madrugada del domingo en la ruta nacional 19 en cercanías de la localidad de El Tío, en el este cordobés, la Justicia trabaja para esclarecer el desastre vial.
Las víctimas iban en un Fiat 147 que fue chocado desde atrás, y presuntamente a alta velocidad, por un automóvil Volkswagen Bora en el que viajaban tres adolescentes de 19 años, quien resultaron con algunos golpes.
El conductor del Bora quedó detenido horas después por disposición de la fiscalía de instrucción de Arroyito. El muchacho fue acusado por el delito de homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas.
La figura culposa gira en torno a la imprudencia, la negligencia, la impericia.
Desde la sede judicial se dispuso la realización de una serie de peritajes técnicos por parte de la Policía Judicial, al tiempo que se dispuso la toma de testimonios y la búsqueda de testigos varios, entre otras medidas tendientes a esclarecer cómo fue que se produjeron los trágicos hechos. Además, se dispuso la realización de un test de alcoholemia al joven conductor.
Fuentes policiales señalaron que dio negativo.
Se espera que el joven conductor sea trasladado en las próximas horas a la cárcel de Bouwer, mientras se continúa con la investigación.
Choque desde atrás
La tragedia sucedió alrededor de las 5 del domingo en la ruta nacional 19 entre las localidades de El Tío y El Fuertecito, en el departamento San Justo, en el este provincial. Fue a la altura del kilómetro 213.
Por el lugar circulaba un Fiat 147 que era conducido por Ricardo Argentino Oliva, de 35 años, quien iba acompañado por dos chicas de 15 y 17 años. También iban tres niños hijos del hombre, quienes fueron identificados como Thiago (12), Miqueas (11) y Liz (9).
Cuando faltaba poco por llegar a El Fuertecito, donde vivían, el auto fue chocado desde atrás y con suma violencia por un VW Bora que era conducido por Franco Alejandro Sosa (19), quien iba acompañado por Máximo Tolosa (19) y Lorenzo Nicolás Ferrari (19), todos de la localidad de El Tío, según reportes policiales.
Tal fue la potencia del impacto, que el 147 salió despedido fuera de control contra la banquina y se incrustó contra un guardarrail.
A causa de la mecánica del violento impacto, murieron prácticamente de manera instantánea el conductor de este auto y sus tres pequeños hijos, informaron fuentes policiales. En tanto, las dos mujeres resultaron con distintos traumatismos.
Respecto a los tres ocupantes del auto, que quedó sobre la ruta y con su frente destruido, también sufrieron distintas lesiones.
A los pocos instantes, la Policía de la zona fue alertada por la tremenda colisión y se activó un plan de emergencia del que participaron unidades de la fuerza, bomberos voluntarios y equipos de emergencias médicas.
La escena con la que se toparon fue desastrosa. Mientras se interrumpía la circulación en la traza, se dio paso al operativo de rescate de los sobrevivientes.
Desde la Policía se indicó que las dos sobrevivientes del 147 fueron trasladados hasta el hospital de la ciudad de Arroyito, donde quedaron internadas en estado complicado y con pronóstico reservado.
Al mismo centro de salud fueron llevados los ocupantes del Bora con distintas heridas en el cuerpo. Sin embargo, uno de los jóvenes que iba como acompañante fue derivado a un sanatorio de Córdoba Capital. Respecto al conductor del coche quedó con custodia policial y luego se dispuso, por orden fiscal, que quedara en condición de detenido.
Investigación judicial
La causa judicial se encuentra bajo investigación en la fiscalía de instrucción desde donde se dispuso la realización de distintos peritajes y medidas investigativas para determinar cómo y por qué fue que sucedieron los trágicos hechos.
Una versión da cuenta de que los tres jóvenes regresaban a sus hogares tras haber salido el sábado.
Desde la Policía se indicó que las víctimas fatales eran oriundas de la localidad de El Tío, al tiempo que los jóvenes son de El Fuertecito.
Conmoción y dolor
Los chicos que murieron concurrían a un colegio de Arroyito. Desde la Escuela José Giménez Lagos se difundió un sentido comunicado: “Hoy nos toca atravesar uno de los momentos más tristes que puede vivir una comunidad educativa. Sabemos que no hay palabras suficientes para aliviar el impacto de esta tragedia, pero sí queremos acompañarnos en este duelo, sostenernos como equipo y brindar a nuestras familias y estudiantes todo nuestro respeto, contención y amor”, se indicó.
Por su parte el sacerdote Sergio Fernández Nieri, de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, señaló en sus redes: “La muerte de inocentes no puede dejarnos indiferentes. Clama al cielo y reclama justicia”.
“También pedimos con firme a la justicia que se actúe con celeridad y responsabilidad para esclarecer esta tragedia”, expresó el sacerdote y añadió: “La inseguridad en las rutas no es un hecho aislado y tiene, entre sus causas, la falta de controles adecuados por parte de quienes tienen la responsabilidad de hacerlo, especialmente los fines de semana, donde el tránsito aumenta y los ‘excesos’ se multiplican en todos los órdenes”, resaltó el párroco.
“La justicia debe llegar con prontitud”, añadió.
