Una azafata de Aerolíneas Argentinas identificada como M.C.P., de 64 años, se disponía a abordar un vuelo con destino a Miami desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el pasado 4 de mayo. Fue entonces cuando un control de rutina, realizado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), frustró un intento de contrabando millonario.
Al revisar su bolso de mano, los agentes de la Unidad Operativa de la PSA detectaron en el scanner elementos con formas, colores y densidades sospechosas, que sugerían la presencia de monedas de oro. La apertura de la valija reveló un hallazgo impactante: encontraron ocho monedas de oro con la inscripción “Estados Unidos Mexicanos”, varias joyas de oro (un anillo, un prendedor, una cadena, un brazalete y un par de aros) y una cadena de platino con 129 incrustaciones de diamante.
Se estima que sólo el valor de las joyas superaba los $ 58 millones, según lo informado por Clarín.
Una azafata quiso contrabandear relojes, celulares y joyas
El descubrimiento inicial llevó a una inspección más exhaustiva. En la misma valija de mano, se encontraron además cuatro relojes Rolex. Al ser consultada sobre su origen, la azafata declaró que una persona le había ofrecido dinero por transportarlos, aunque se negó a dar nombres.
Las autoridades judiciales confirmaron que, tras este hallazgo, se procedió a abrir una segunda valija que la mujer había despachado. Allí, los agentes descubrieron diez teléfonos iPhone, abarcando modelos desde el iPhone 12 hasta el 14, incluyendo versiones Pro Max. Respecto a estos dispositivos, la azafata afirmó que los llevaba para ser reparados.
El caso quedó bajo la órbita del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 5. El mismo día del descubrimiento en Ezeiza, el juez Diego Alejandro Amarante ordenó un allanamiento en el domicilio de la mujer. Allí, encontraron U$S 93.920 y 15.730 euros.
Investigan a una azafata por intento de contrabando
La azafata, M.C.P., fue imputada por el delito de contrabando y se le prohibió la salida del país como medida cautelar. Además, se solicitó el examen de su teléfono celular para buscar mensajes o correos electrónicos que pudieran dilucidar la ruta de la mercadería.
Diez días después de ser descubierta en el intento de contrabando, la azafata presentó su renuncia a Aerolíneas Argentinas, según confirmaron fuentes vinculadas a la empresa.