El bar de bulevar San Juan al 600, escenario de una trágica demolición en mayo pasado, se convirtió en el blanco de reiterados robos y saqueos. Según denunció el propietario y confirmaron vecinos, el local fue completamente desvalijado desde que finalizaron los trabajos de demolición hace aproximadamente un mes, quedando con un costado abierto, sin custodia ni cerramiento definitivo.
La vulnerabilidad del lugar fue aprovechada por intrusos que ingresaron repetidas veces para llevarse todo lo que encontraron a su paso. Ricardo, un comerciante vecino de la zona, relató a Telenoche haber presenciado los saqueos. “Después de los ocho días [del derrumbe] saltaron y empezaron a llevarse los televisores”, contó en comunicación con El Doce. Agregó que vio a menores sacando “pack de bebidas” y, posteriormente, cómo se llevaban “cosas a mansalva”.
La lista de objetos robados es extensa y abarca desde tecnología y electrodomésticos hasta bebidas, muebles y ropa. Incluso, se denunció que fueron robados “hasta los bancos de madera, computadoras, televisores, ropa”. Los primeros saqueos, de hecho, ocurrieron apenas días después del colapso, aprovechando que las instalaciones y heladeras habían quedado llenas y tal como estaban al momento de la tragedia. Vecinos también reportaron haber visto cómo elementos de tecnología eran retirados por la puerta principal, “sin resistencia”.
Ricardo lamentó la falta de acción y seguridad, indicando que, a pesar de las llamadas a la Policía, los delincuentes a menudo ya habían desaparecido cuando llegaban los agentes. “Cuando llegó la Policía ya no estaban. Dejaron mal cerrado el lugar. La Justicia, nada”, expresó con frustración. Incluso, en una ocasión, llamó a la Policía al ver a dos personas “aparentemente drogadas” dentro del bar.
El colapso estructural del bar ocurrió el sábado 17 de mayo, pasadas las 23, en medio de fuertes ráfagas de viento y una alerta por tormentas. La tragedia dejó un saldo de un hombre fallecido, siete personas heridas y una ciudad conmocionada. Desde entonces, el lugar fue clausurado, demolido y, lamentablemente, abandonado, convirtiéndose en un blanco fácil para los saqueadores.
En paralelo a esta situación de inseguridad, este lunes se inició el trabajo de una mesa interdisciplinaria a cargo de la Facultad de Ciencias Exactas. La misión de este equipo es determinar qué falló estructuralmente y provocó el derrumbe en el bar de bulevar San Juan al 600.