Dos vecinos dialogaban en la vereda de una vivienda en barrio Villa Cornú, en la Capital. Era plena luz del día, pasadas las 11 de la mañana.
En el interior de la casa estaba el hijo de cuatro años de uno de ellos, cuando de repetente, dos motochoros se apersonaron en la vereda. Uno de los ladrones bajó de la moto, sacó un arma y le apuntó a uno de los hombres: “Dame todo o les meto un tiro”.
El niño se asustó y corrió hacia adentro de la casa. El vecino le tuvo que dar la campera y la billetera. Una vez con el botín en mano, se dieron a la fuga.
Raúl, el dueño de la casa, contó a El Doce que llamó a la Policía para que los ayude pero que el patrullero llegó media hora después de que los ladrones se escaparan.
“Estaba con mi hijo que se asustó, le impresionó y ahora cada vez que ve una moto dice ‘choros, choros’”, lamentó la víctima. Y confesó, aún en shock: “Juro que me cagué todo por mi hijo”.
