Pozo del Molle es uno de esos tantos pueblos cordobeses conocidos por ser apacibles. Con apenas seis mil habitantes, todos los vecinos se saludan entre sí. Transitando sus calles se puede hasta tener la sensación de que allí “no pasa nada”, pero en realidad sí pasa.
A veces la calma del pueblo se ve alterada por hechos que sacuden a sus vecinos. El asesinato del conocido genetista Daniel “Pájaro” Martinengo, ocurrido este viernes, se suma a otros dos resonantes crímenes que también conmocionaron a Pozo del Molle hace algunos años.
En noviembre de 2016 fue asesinada Brenda Arnoletto, de 24 años. Según la reconstrucción judicial, Brenda fue violada y asesinada. Había sido interceptada por Emanuel Retamar, luego condenado a prisión perpetua, cuando hacía una de sus habituales caminatas por las calles de su pueblo.
Y en agosto de 2019 la jubilada Ilda Roteda de Santini, de 84 años, fue asesinada en un crimen brutal. La hallaron amordazada en el dormitorio de su casa, en Bartolomé Mitre al 500.
El crimen del genetista
Martinengo, de 50 años, fue ultimado de tres disparos por Alexis Barrios (39), un productor agropecuario conocido de la víctima. Segundos antes del crimen ambos habían compartido un café. Todo según lo que indicó la Policía.
El caso ocurrió este viernes alrededor de las 7:15 en el bar del pueblo Punto Café&Restó, en la esquina de San Martín y Libertad. Varios clientes que cada mañana desayunan allí vieron lo que pasó.
El relato de algunos de ellos da cuenta de que Martinengo estaba desayunando cuando llegó Barrios al bar y se sentó con él. Según señalaron, charlaron unos minutos. “No pareció que hubieran discutido”, dijo uno de los testigos del crimen.
Cuando Martiengno se levantó y salió del bar, Barrios lo siguió unos metros. Según testigos, le pidió que volviera y sin más sacó un revólver 9 milímetros y le disparó a quemarropa.
El primer proyectil dio en la cabeza de la víctima. El genetista trastabilló y calló sobre la calle. Una vez en el piso, Barrios le efectuó dos disparos más: uno en el abdomen y otro en la pierna. Después se retiró del lugar caminando. Los clientes del bar quedaron en shock.
“El primer disparo habría sido en la cabeza, trastabilla y cae al lado del pavimento y ahí le hace los dos disparos. Eso es lo que dice la gente”, describió el fiscal de Villa María a cargo de la investigación René Bossio.
En el lugar el fiscal encontró el cuerpo de la víctima en un baño de sangre, entre la vereda y la calle del bar. Más allá del relato de los testigos, se aguarda el análisis de las cámaras de seguridad de la zona que podrían aportar más detalles al caso.
El cuerpo de Martinengo fue trasladado a la morgue de Villa María por personal de la Policía Judicial.
Antes del mediodía, Barrios se entregó en la unidad judicial de Villa María y quedó imputado por homicidio calificado por el uso de arma. Después fue trasladado al establecimiento penitenciario N° 5.
Hasta este viernes a la tarde, el arma todavía no había sido encontrada. Personal policial y bomberos rastrillaban la ruta 158. Presumen que barrios arrojó el revólver en la banquina.
Cuestión privada
Por los comentarios de los vecinos de Pozo del Molle se supo que Barrios y Martinengo eran “amigos”, tanto que “solían irse de vacaciones en familia”, relató una persona al medio Villa María Vivo.
En ese contexto trascendió que el motivo de la agresión estaría vinculado a cuestiones sentimentales de índole privada. Aunque el fiscal aún no lo confirmó, una de las versiones que más fuerza cobró indicaría un posible vínculo sentimental entre Daniel Martinengo y una persona allegada al productor agropecuario.
“Estaríamos ante una cuestión privada, supuestamente. Es el comentario del pueblo. Pero, obviamente la policía de Pozo del Molle está tomando testimonios a varios testigos”, dijo el fiscal.
Una vecina del lugar que conocía a la víctima y al acusado dijo a La Voz que el rumor comenzó a circular hace unas semanas. “Todos temíamos un desenlace trágico por los antecedentes violentos de Barrios. Siempre fue una persona violenta”, expresó.
Quién era Daniel Martinengo
La pequeña población de Pozo del Molle, en el departamento Río Segundo, en Córdoba, no sale del asombro y la conmoción por el crimen de Daniel Martinengo, una persona reconocida en la localidad y la región por su trabajo en el rubro ganadero.
Martinengo trabajaba para la empresa Genex Argentina, según su perfil profesional en la red Linkedin. Tenía una larga trayectoria en la industria del mejoramiento genético, con más de 30 años de experiencia en el área.
Además, era reconocido internacionalmente como miembro de la lista oficial de jurados de la Asociación Criadores de Holando Argentino. Y también por su trabajo hecho en las más grandes Cabañas de raza Holando de Argentina.
Lisselotte Diz, presidenta de la Asociación de Criadores Holando Argentino (ACHA), donde Martinengo figuraba como miembro en la lista oficial de jurados expresó: “Estamos todos muy shockeados. La familia Holando está muy conmocionada con la noticia”. Diz conocía a Martinengo desde la infancia.
“Su familia está muy relacionada con la raza. Su padre había trabajado como asesor en una cabaña cerca de Pozo del Molle. Una actividad que él también luego continuó”, destacó.
