La fiscal de Instrucción Distrito III Turno 4°, Claudia Palacios, dispuso la imputación y detención de Carlos Daniel Figueroa, Héctor Oscar María Figueroa y Michael Joel Figueroa (todos mayores de edad), por considerarlos presuntos coautores del delito de homicidio simple, contra Daniel Enrique Coria, de 38 años, residente en la localidad de Malvinas Argentinas.
Tal imputación es provisoria y podría ser modificada por una más gravosa. El hecho se vincula con el hallazgo de restos humanos calcinados el 15 de febrero de 2023 en un descampado ubicado en la intersección de calles Bajada de Piedra y Ramón Mestre de barrio Yapeyú de Córdoba.
Los equipos forenses lograron la identificación de la víctima.
En tal sentido, se continúan realizando investigaciones a cargo de personal dependiente tanto de la Unidad Judicial Especial de Homicidios, así como de esta Fiscalía de Instrucción, con la finalidad de establecer la mecánica exacta del hecho y las circunstancias que rodearon el evento investigado, por lo que no se descarta que se produzcan nuevas detenciones.
A su vez, restan a la fecha incorporar informes técnicos solicitados a las diversas secciones de Policía Judicial al momento del hallazgo.
Cómo fue el hallazgo del cuerpo descuartizado y el crimen de barrio Yapeyú
El viernes 24 de febrero, la localidad de Malvinas Argentinas no salía de la conmoción. Uno de sus vecinos, que había desaparecido días atrás, fue encontrado descuartizado en un basural de Córdoba, donde sus asesinos lo habían tirado y prendido fuego parte sus restos junto a neumáticos.
El hecho ocurrió hace casi dos semanas, aunque trascendió públicamente en las últimas horas, luego de una serie de allanamientos y detenciones ordenadas por la fiscal Claudia Palacios, del distrito 3 turno 4.
Al horror del hallazgo se le suma que el crimen habría sido realizado por encargo de un hombre detenido en la cárcel de Bouwer, en el marco de una causa por narcotráfico.
Cómo ocurrieron los hechos
La información del caso se manejó con el más hermético cuidado, no solo por el estricto secreto de sumario que imperaba sobre la causa, sino también porque aún se esperan nuevas diligencias y podría haber más detenidos.
Sin embargo, fuentes allegadas a la investigación indican que todo comenzó el 14 de febrero pasado, luego de que un joven desapareciera luego que saliera en moto de su hogar para ir a encontrarse con unos conocidos, en un barrio de la periferia este de la ciudad de Córdoba. Los investigadores indican que lo último que se supo de él fue que una persona lo vió subirse a un vehículo junto con dos conocidos suyos.
El joven no regresó, y su madre realizó la denuncia. Incluso comenzaron a organizar una marcha para reclamar su aparición. No sabían que un día después de que saliera de su hogar por última vez, los policías ya habían encontrado un cadáver, y era el del joven.
Macabro hallazgo
El 15 de febrero, agentes policiales concurrieron a un basural ubicado sobre la calle Bajada de Piedras, a pocos metros de la ruta nacional 19, que conecta Córdoba con Malvinas Argentinas. En el sector, vecinos habían informado que se había iniciado un incendio. Se trata de un sector degradado, cercano a la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande. En la zona abundan los basurales y las columnas de humo son una constante del paisaje.
Al llegar los policías, el humo se había disipado, pero se podía reconocer un torso humano quemado sobre una pirca de neumáticos. No estaba la cabeza ni las extremidades, por lo que no fue sencillo identificar a la víctima.
Llevó un tiempo asociar el cuerpo con el caso del vecino de Malvinas Argentinas desaparecido el día anterior. Las llaves de una moto, encontradas en el lugar, fueron la clave que permitió presumir que se trataba de la misma persona.
Desde la fiscalía no han confirmado cuándo estarían los estudios de ADN, que darán certeza absoluta a la identidad de la víctima.
En los días siguientes tres personas fueron detenidas. Se trataría de parientes entre sí, de 19, 31 y 41 años, todos de apellido Figueroa. Los sospechosos son vecinos del barrio Parque Este, en camino a Chacra de la Merced, el mismo sector donde se encontró el cuerpo. Todos cuentan con antecedentes delictivos.
Matar desde la cárcel
La fiscalía trabajaba en determinar el móvil del crimen. En principio se cree que sería un ajuste de cuentas ordenado por un narcotraficante preso en la cárcel de Bouwer, como respuesta a un robo de drogas que la víctima habría cometido en uno de los domicilios controlados por la banda que aún comandaría el preso.
Los datos surgen de comunicaciones telefónicas y mensajes encontrados en los celulares de los detenidos. La celda del supuesto autor intelectual también fue allanada.
Los sicarios habrían enviado imágenes de cómo la víctima era asesinada, y cómo su cuerpo era luego quemado, como una suerte de “prueba” del trabajo realizado a quien les ordenó el crimen. Los investigadores también indican que tras las primeras pericias se habría determinado que la víctima fue torturada antes de ser asesinada.
Otro caso similar
En barrio Parque Las Rosas, una familia fue atacada a balazos por hombres que ingresaron a su vivienda. El ataque tendría por objetivo a un hombre, que no se encontraba en el lugar, y es el actual novio de la ex pareja de un detenido en Bouwer.
El ataque habría sido encargado desde la cárcel, debido a que la hija del detenido, una niña de cinco años, denunció que el novio de su madre abusaba de ella cuando la madre salía a trabajar.
Tras no encontrar a quien buscaban, los atacantes mataron de un disparo en el pecho a su padre, hirieron de cinco balazos a su madre (tres en el abdomen y uno en cada una de las piernas), y también lesionaron de un disparo a uno de los hermanos del presunto abusador.
El hecho es investigado por el fiscal de distrito 2 turno 4, Víctor Chiapero. Hasta el momento hay un detenido.
