Los alumnos de la escuela Blas Parera de barrio Marechal ya no querían salir a jugar al patio.
Los olores nauseabundos provenían de una casa situada al fondo del establecimiento ubicado el noroeste de la ciudad de Córdoba e invadían todo el espacio educativo.
Las autoridades de la escuela decidieron hacer la denuncia y lograron la rápida intervención de la Unidad Judicial 20 (UJ20), ubicada a pocas cuadras. Al hacer el allanamiento en la vivienda de Emilio Coni al 2600, al caer la tarde del 25 de octubre, se encontraron con un criadero de perros que acaso haya tenido autorización, como sostuvieron quienes los atendieron, pero que sometía a los animales a un maltrato singular.
Las mascotas estaban, en su mayoría, encerradas en jaulas de pájaros, algunos de a dos o tres, sin espacio para moverse y con escasas o nulas condiciones de higiene. Se verificó materia fecal concentrada en las bandejas del piso, escasez de agua o agua contaminada por orina o heces y alimentos de muy mala calidad.
Una fuente judicial confió a La Voz que, si bien no fueron detenidos, los miembros de este matrimonio fueron imputados por infracción a la ley Sarmiento debido a que “se determinó que estos animales eran víctimas de malos tratos y crueldad”, particularmente “por las condiciones de hacinamiento”.
El “establecimiento” servía de criadero de perros de dos razas exóticas y “caras” en el mercado urbano de las mascotas: bull dog inglés y bull dog francés. Los especialistas señalan que por estos cachorros puede abonarse unos 300 mil pesos (cerca de mil dólares) en el caso de los ingleses y, si se trata de una rara variedad de esta raza, como los “arlequines” (se secuestró uno), el precio puede elevarse a 400 mil.
Pero estos animales son tan caros como delicados y sufren mucho si sus condiciones de crianza y de alojamiento son defectuosas. En el caso de los 56 ejemplares que terminó secuestrando la Patrulla Ambiental de la Policía de la Provincia, con la participación de un veterinario de la repartición, se hallaron algunos perros con dolencias severas, como tener las plantas de los pies con una afección provocada por pisar los alambres de las jaulas.
En otros canes se verificaron hongos, parches de calor (dermatitis húmeda) y defectuosas condiciones de higiene, según las fuentes relacionadas con la causa judicial que terminó recayendo en la Fiscalía de Distrito 1, Turno 4 de Córdoba, a cargo de Rubén Caro.
A buen resguardo
De inmediato, esa misma noche del 25 de octubre, desde la UJ20 solicitaron la colaboración de la asociación civil Hocicos Felices, que se ocupa de rescatar y ubicar a animales que no tienen un hogar. Su titular es Eve Camuzzi, quien dialogó con este diario y comentó que, de los 56 animalitos, hubo dos recién nacidos y un adulto que murieron.
Tanto de fuentes judiciales como desde la ONG, explicaron que estos perros tienen una particularidad muy llamativa: las hembras no pueden tener fácilmente un parto natural y necesitan ser sometidas a cesárea para parir a sus crías. Además, entre sus condiciones de animal delicado, suelen tener dificultades respiratorias y son muy proclives a contraer enfermedades que no tienen los mestizos, “guasos” o “de la calle”.
De acuerdo con los comentarios que surgieron tras los allanamientos, muchos de estos animales estaban estresados, con dificultades en sus articulaciones y en algunos casos desnutridos, con otitis, síndrome ventricular, con anemia y hasta con erliquiosis (infección por garrapatas).
La “población” de los 56 perros secuestrados está variando desde hace 15 días, cuando se produjo el secuestro. Además de las muertes, han nacido algunos cachorritos que hacen que las mascotas sigan como una población flotante.
Sin embargo, todos están “separados”, aunque bajo buen resguardo. Desde Hocicos Felices les han conseguido hogares de tránsito a todos. La ONG no tiene una sede donde puedan alojar y recurre a guarderías que insumen un costo. Por eso, piden que les efectúen donaciones llamando al teléfono 3517668216.
Camuzzi explicó que una intervención similar debió tener lugar cuando en agosto de 2021 se secuestraron en un criadero de Salsipuedes 83 perros, entre chihuahuas y bull dogs franceses e ingleses.
Fuentes judiciales informaron que los imputados –cuya identidad no se suministra por secreto de sumario– están reclamando la devolución de los perros. Pero hay quienes dicen que eso será muy difícil de que se concrete por las condiciones deplorables en las que fueron hallados los pequeños perros. En la actualidad, la mayoría está recuperándose y algunos, a pesar del deterioro que tenían, están incorporando hábitos saludables.
Por lo demás, en los próximos días, el fiscal Caro tomaría la indagatoria a ambos imputados.
El horror que apreciaron quienes participaron del allanamiento sirvió para rescatar a una población de animales que son “seres sintientes”, a pesar de que algunos los consideren “cosas” y los usen para hacer un negocio, sin procurarles mínimos cuidados.
La intervención de los alumnos, de las directivas de la escuela y de los vecinos permitió salvar a estas mascotas. Lo curioso es que el criadero en el que más de medio centenar de perros eran sometidos a cruel maltrato pudo ser descubierto por algo tan intangible como el olor.
