Otra vez, la violencia urbana vuelve a ser mala noticia en Córdoba.
En apenas seis días, tres hombres fueron ultimados a balazos en barrios de la Capital y el Gran Córdoba en el marco de venganzas armadas cometidas por patotas. Por todos estos asesinatos ya hay seis detenidos, entre los que hay jóvenes tanto mayores como menores de edad.
Esta violenta secuencia vuelve a poner en foco, por un lado, la preocupante existencia y portación de poderosas armas en manos de cualquiera; y, por otro lado, de qué manera los conflictos que deberían resolverse con la palabra o por las instituciones terminan saldados en cambio a puro plomo.
No es menor tampoco ver que los ajustes fueron cometidos por matones que andaban con cómplices.
Para peor, ya hubo amenazas después de algunos de estos crímenes, por lo que hay custodia policial frente a viviendas ante el riesgo de ataques.
El último drama de esta violenta secuencia ocurrió al filo de la medianoche del lunes cuando al menos un hombre y una mujer llegaron en un Citroën C4 negro hasta un domicilio de barrio San Vicente, en la zona este de la Capital. Abrieron fuego con una pistola automática.
Uno de los balazos dio en el tórax de Joel Maico Luján (18), quien falleció a los pocos minutos.
Horas antes, en la madrugada del lunes, un hombre fue ejecutado de un balazo 9 milímetros en la cabeza en Campo de la Ribera, próximo a barrio Maldonado.
Rubén Héctor Torres (52) terminó muerto a manos de una pandilla que fue a vengarse por un conflicto cuyas motivaciones no están claras.
En tanto, el miércoles de la semana anterior, una venganza armada desde un auto contra un grupo de jóvenes que bebía en torno a una fogata terminó con un joven asesinado y dos heridos. Por ese mortal ataque ocurrido en Villa Allende están presos una chica y dos varones.
Todos son hermanos.
Venganza de medianoche
Faltaba poco para la medianoche del lunes, cuando el Citroën C4 negro clavó los frenos frente a un domicilio ubicado en calle López y Planes al 3300, corazón de San Vicente.
Del coche se bajaron un hombre y una mujer. Ante varios testigos, y con total impunidad, los recién llegados abrieron fuego.
Fuentes policiales señalaron que buscaban a Joel Maico Luján.
Desesperado, el muchacho de 18 años intentó esconderse. Varios plomos terminarían incrustándose en las paredes de la vivienda.
En medio de la furia, Joel terminó alcanzado por un balazo a quemarropa cerca del corazón.
Los atacantes se marcharon en el auto en medio de gritos y amenazas.
Malherido, el adolescente alcanzó a ser atendido por una ambulancia de un servicio de emergencia que lo trasladó hasta el Hospital de Urgencias. El trabajo del cuerpo médico no alcanzó. La víctima falleció en la terapia intensiva.
¿Venganza por un robo?
A paso firme, pesquisas del Departamento Homicidios de la Policía provincial trabajan para identificar y atrapar a los autores de este nuevo asesinato en la Capital.
En el marco de las averiguaciones se pudo establecer que, momentos antes de los disparos, el muchacho habría mantenido una disputa con la pareja del Citroën.
Según trascendió, incluso, el propio joven habría alcanzado a contar algo de lo ocurrido a un par de policías que habían llegado a la casa luego de los disparos.
De acuerdo a esa versión, el joven habría atacado a pedradas al coche de la pareja. El vehículo había terminado con daños. Tras esa agresión, la pareja fue a buscarlo.
Mientras se incrementa la búsqueda de los agresores, se trata de echar luz sobre el trasfondo de semejante venganza armada.
En ese marco, no se descarta que semejante ataque sea derivación de un robo ocurrido anteriormente, aunque todo es objeto de averiguaciones.
Disparo a la cabeza
En tanto, ya son tres los detenidos por el asesinato de Rubén Torres (52), sucedido el pasado lunes a la madrugada en un domicilio de la zona de Campo de la Ribera.
Aquella jornada, miembros de dos familias enemistadas por un viejo conflicto (no se descarta la pista de la droga) se enfrentaron a golpes.
En esas circunstancias apareció un arma y Torres, ajeno a todo, terminó recibiendo un balazo en un ojo que le causó la muerte.
Por el alevoso asesinato fueron detenidos dos adolescentes de 14 y 17 años en las primeras horas.
Ya el martes a la mañana, investigadores policiales lograron dar con un tercer acusado.
Kevin Damián Alfonzo, de 24 años y familiar de los otros dos acusados, fue cercado y atrapado por los pesquisas policiales mientras iba caminando por una calle de villa Inés, a pocas cuadras de donde pasó todo.
Nadie descarta, en el marco de la investigación, que puedan producirse más detenciones en torno a esta causa caratulada como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. “Estamos a full. Estamos trabajando a fondo para resolver estos dos últimos hechos”, comentó una alta fuente de la causa.
El vocero remarcó su preocupación por la violencia que se viene registrando en los últimos tiempos en las calles de Córdoba y en la que la droga está cada vez más presente.
Robo, ajuste y crimen
Homicidio agravado por el uso de arma de fuego es también la imputación contra tres hermanos que continúan detenidos por el brutal crimen ocurrido días atrás en Villa Allende.
Matías Ignacio Acosta, Alex Alejandro Acosta y María Belén Acosta están señalados de haber sido las personas que, en la noche del pasado 14 de junio, llegaron en un Ford Ka celeste hasta donde estaba un grupo de jóvenes bebiendo en torno al fuego. Manejaba la mujer.
Desde el interior del rodado, abrieron fuego.
Cristian Ezequiel González (29) quiso escapar. Terminó muerto con un balazo en el tórax. Dos familiares terminaron heridos.
Familiares de uno de ellos dijeron que la agresión había sido una venganza por un “robo” cometido días antes contra los del auto.
