“La dinámica es siempre la misma. Nos roban, nos quejamos, viene la Policía, hay reuniones, nos dicen que no tienen móviles, pero aparecen y se quedan una semana. Luego se van. Vuelven los robos, nos quejamos, viene la Policía y sus reuniones, dicen que no hay móviles, aparecen y se quedan una semana y se van… Siempre es así”.
Juan está harto y preocupado. El hombre es vecino de barrio El Refugio, en la franja noroeste de la ciudad de Córdoba, y como tantos y tantas que allí residen, está hastiado de los constantes robos y asaltos, y se siente preocupado porque los ladrones parecieran haber llegado para quedarse en esa zona para atacar.
El principal problema, como en otras barriadas, son los delincuentes que se mueven en motocicletas. Y como en otras zonas de la Capital, en El Refugio se mueven bandas de motochoros con total impunidad.
Los robos van desde asaltos a comercios, pasando por arrebatos callejeros, ataques a peatones y, además, robos a viviendas. Los ladrones fuerzan portones, entran a robar y escapan en sus motos.
Otra metodología delictiva que llegó para quedarse lamentablemente en esa barriada –contigua a Quintas de Argüello– es la constante sustracción de ruedas de auxilio, previa rotura de las ventanillas. “Aunque también se están robando muchas ruedas de autos estacionados. No importa que sea de día o la siesta. Los ladrones saben que la Policía no está”, contó Marcos, otro vecino.
A pocas cuadras está la comisaría 14ª bis.
En reiteradas oportunidades, los vecinos han mantenido reuniones con las autoridades de la dependencia. De hecho, hay al menos tres grupos de WhatsApp en el sector (uno con contacto con una base del CAP). También se supieron instalar alarmas comunitarias años atrás.
Robos filmados
“La gente tiene WhatsApp, alarmas, cercos perimetrales, rejas altas, alambrados con serpentinas, perros, luces… Ya no saben qué hacer. Lo preocupante es que hay vecinos armados y no está bueno armarse”, contó Carlos, comerciante de la zona.
Las cámaras de seguridad de las viviendas ya han captado varios robos tanto dentro como fuera de los inmuebles.
Los vecinos aseguran que los ladrones se mueven con toda impunidad por distintas arterias como Ricardo Rojas, Huayna, Viracocha, Alberione y, claro está, la Recta Martinolli, entre otras calles internas.
En la barriada aseguran que no hay horarios para los robos en la zona. “Los casos se repiten tanto a la mañana como a la siesta y a la noche. Avisamos por WhatsApp por los robos y rara vez la Policía aparece. Te responden que se ‘comisionó’ al móvil, pero ni aparece”, se quejó Carlos.
“La otra vez fue increíble. Una vecina comenzó a mandar audios de alertas. Cada audio iba alertando sobre la presencia de motochoros en la zona, por dónde entraron al barrio, por dónde iban, a donde se dirigían. Finalmente terminaron robando y escaparon. La Policía nunca apareció”, bramó Juan, quien añadió: “Los choros nos tienen de hijo”.
El vecino indicó que un uniformado le comentó que había dos móviles para la jurisdicción. “Pero uno de los patrulleros chocó y ya no hubo reposición ni arreglo. Entonces, me dijeron que quedó uno solo”, indicó.
En la barriada no olvidan que años atrás se registraron graves episodios delictivos con saldo trágico. Un delincuente fue abatido por la Policía en una casa, mientras que una mujer murió asaltada a poco de bajar de un colectivo. Más acá en el tiempo, hubo robos con víctimas que terminaron heridas.
Desde la Policía, tomaron nota del reclamo vecinal y se indicó que se trabajará para mejorar la tarea preventiva.
