En la Cámara 4ª del Crimen de la ciudad de Córdoba finalizó este lunes un juicio por un asalto fatal ocurrido el 7 de agosto de 2022 en inmediaciones de una fiesta clandestina en barrio Villa El Libertador. El resultado fue una pena de 12 años de prisión para quien apareció en defensa de la víctima del atraco y mató a uno de los ladrones.
En esa oportunidad murió de un balazo en la cabeza Miguel “Cara” Molina, quien junto a otros dos amigos fue a asaltar a otro joven para robarle sus efectos personales. Pero, repentinamente, en defensa del asaltado, apareció Kevin Ulises Quevedo, quien sin mediar palabra, abatió a Molina e hirió a otro de los ladrones.
El resultado del juicio conducido en tribunal unipersonal por María Antonia de la Rúa, fue la condena a 12 años de prisión de Quevedo, por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y lesiones graves con el mismo agravante, por las heridas a otro asaltante.
Con la acusación y las penas solicitadas por el fiscal de cámara Gustavo Arocena, la vocal De la Rúa también condenó en este debate por intento de robo calificado a Gabriel Fernando “Luruncha” Bracamonte, a cuatro años de prisión, con declaración de reincidencia, y a Daniel Oviedo Chávez, a tres años y medio de prisión.
El episodio de inseguridad frecuente en esa zona se produjo tras una fiesta “clandestina” en barrio Villa El Libertador, en un sector calificado por Arocena como “tierra de nadie” por la inseguridad y la falta de controles que se aprecian en la zona.
El juicio analizó dos hechos, en el primero de los cuales se hacía partícipes a Bracamonte, Oviedo y Molina, que intentaron robar una riñonera y el celular a un joven.
En el segundo hecho, aparece Kevin Oviedo en defensa del asaltado y, sin ningún tipo de intercambio de palabras, dispara directamente con un revólver a corta distancia.
El “justiciero” hizo cuatro disparos, dándole a Molina en la cabeza y en la mano, y a Oviedo en el antebrazo, con fractura de un hueso del antebrazo.
Tras la balacera, “Cara” Molina fue asistido por vecinos y llevado de inmediato al Hospital de Urgencias, pero los médicos no pudieron sacarlo del cuadro grave de traumatismo craneoencefálico. Murió pocas horas después.
Por eso, se condenó a Bracamonte y a Oviedo por el intento de robo a mano armada, mientras que a Quevedo se lo responsabilizó por el homicidio.
