Conectado a un respirador artificial, en estado de coma farmacológico y con graves traumatismos de cráneo y de tórax permanece internado en la terapia del Hospital de Urgencias de Córdoba el joven Ezequiel C. (17) quien el pasado sábado, a las 5.18 de la mañana, cayó al fondo del túnel de la avenida Chacabuco, próximo a plaza España de la Capital.
Su estado es sumamente crítico.
Tal como señalan familiares y allegados, la principal hipótesis judicial es que el pibe y sus amigos escapaban corriendo de una patota que los perseguía, tras una pelea frente a una disco ubicada a 150 metros.
El drama derivado de la violencia urbana está siendo investigado por personal de la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1 Turno 6, junto a pesquisas judiciales y policiales.
Fuentes de la causa refirieron a La Voz que al menos una cámara de seguridad capta el instante final en que Ezequiel cae solo al túnel mientras escapaba corriendo. En principio, nadie lo empuja.
Corre, salta y cae de frente al pozo.
Todo indica que quiso saltar un muro de baja altura, que hace las veces de protección, y no sabía que del otro lado se iba a encontrar con la profundidad del túnel.
En esa filmación se ve a dos varones corriendo detrás suyo a poca distancia. El que le sigue alcanza a frenar a tiempo y se toma la cabeza.
Más atrás se ve a una turba de al menos 10 personas.
Ezequiel cayó desde una altura aproximada de siete metros. Tuvo hundimiento de cráneo y serio traumatismo de tórax.
“Cayó y los demás se fueron corriendo. Lo dejaron solo, prácticamente... Luego, se acercaron algunas personas, entre ellas un tío que había estado en el incidente”, comento una alta fuente de la causa.
“Y sí... Este drama nos hizo recordar a muchos el caso de Emanuel Balbo, el muchacho que murió en el Kempes, tras ser patoteado. Pasa que en ese caso, empujaron. Con Ezequiel, no está tan claro”, indicó otra calificada fuente del caso.
Pesquisas de la causa continúan con el trabajo investigativo en procura de analizar más filmaciones de cámaras, tanto públicas como privadas; al tiempo que se toman testimonios de allegados y de testigos.
Al menos, siete personas ya declararon en sede judicial.
La causa está en sus albores, de allí que no hay personas detenidas ni imputadas. Todo es incipiente.
Voceros judiciales son cautos al referirse a eventuales responsabilidades penales e imputaciones.
Mientras se espera la evolución del muchacho, se trata de rearmar el rompecabezas de lo sucedido.
“Los Gitanos”
Las miradas están puestas en un grupo llamado “los Gitanos”.
Esa pandilla estaría detrás de todo.
Ezequiel había salido con un grupo de amigos y un tío veinteañero a Nueva Córdoba.
Desde hace tiempo, vecinas y vecinos de ese corredor de la ciudad expresan sus denuncias por peleas, graves disturbios y siniestros viales durante la madrugada a la salida de boliches y fiestas privadas ante la falta de un control preciso.
Según fuentes del caso, fueron a un boliche de calle Dámaso Larrañaga, entre Buenos Aires e Independencia.
Dentro de la disco, habrían tenido un “entredicho” con otro grupo de varones que se hace llamar “los Gitanos”. La Justicia ya mandó a secuestrar las cámaras de ese local.
Todo sobrevino a las 5 de la mañana del sábado: la hora del cierre.
Ya frente a la disco, miembros de la pandilla “los Gitanos” comenzaron a pelear de nuevo con unos jóvenes. Hubo trompadas, patadas, gritos, amenazas en plena vereda.
Familiares de Ezequiel refirieron que el muchacho y sus allegados intentaron “separar” los bandos a fin de poner punto final a tanta furia y violencia.
Fue entonces que empezó el segundo y dramático momento.
“Fue una pelea feroz la que se produjo frente a la disco. Una pelea feroz que derivó en la persecución”, comentó un informante con acceso a las filmaciones ya recolectadas.
Corrida, caída y drama
Tras la pelea, esta pandilla comenzó a perseguir al otro grupo, cuyos integrantes salieron corriendo desesperados en distintas direcciones.
Un grupo grande encaró hacia bulevar Chacabuco.
A unos 150 metros de la disco, ocurrió el drama final.
Fue en el túnel que pasa por debajo de plaza España y que hace pocos años atrás habilitó la Municipalidad de Córdoba.
Antes de que un árbol tape la imagen, una cámara de seguridad alcanza a captar el momento en que Exequiel C. cae al fondo del túnel.
El muchacho escapaba corriendo. “En principio, nadie lo empuja. Pero resta analizar más secuencias y más filmaciones”, dijo un vocero.
A poca distancia de Ezequiel iban otros dos varones, quienes frenaron a tiempo y se marcharon.
Aún no se sabe quiénes son.
Más atrás venía la patota grande, cuyos rostros se trabaja ahora para identificar. El trabajo es complicado, pero no imposible.
¿Imputaciones?
De ser identificados, ¿puede la Justicia llegar a fijar una conexión causal entre la pandilla y el pibe que cae al túnel? ¿Podrían haber imputaciones y hasta detenciones?
Por ahora, todo entra en el terreno de las conjeturas. No hay respuestas. “Esto es hora por hora. Todo es incipiente y hay que trabajar. Y estamos trabajando”, dijo un vocero.
Desde ámbitos judiciales son cautos y resaltan que no se ha parado de trabajar y que, mientras se toman testimonios, se siguen buscando filmaciones de cámaras.
Mientras tanto, las miradas están puestas en el Hospital de Urgencias, donde el cuerpo médico hace lo imposible por salvar a Exequiel. Su estado es crítico en la cama “1A”.
Municipalidad no hará obras
“El predio tiene seguridad. Tiene un muro que hace las veces de pasarela. Nadie se cayó antes ahí. Esto que pasó fue por otra cosa... No se tiene pensado poner rejas o muros más alto”, dijo una alta fuente de la Municipalidad de Córdoba a La Voz.
“No se puede andar poniendo rejas o muros altos a puentes u obras urbanas”. añadió el funcionario.
