Mientras la bronca y la conmoción se potencian en barrio Argüello Norte, en la ciudad de Córdoba, los investigadores trabajan para identificar y atrapar a los dos motochoros que, el pasado fin de semana, mataron a quemarropa a Agustina Soledad Serenari (22). La joven fue ultimada de un balazo en el tórax al resistirse al robo de su moto.
Este nuevo homicidio por inseguridad en Córdoba está siendo investigado por pesquisas del Departamento Robos y Hurtos de la Policía, bajo directivas del fiscal Gerardo Reyes.
No hay imputados y no hay sospechosos con pedidos de captura.
De todos modos, existirían algunas pistas en torno a los criminales.
Desde que sucedió todo, en la madrugada del pasado sábado, se han buscado filmaciones de cámaras de seguridad privadas y públicas, al tiempo que se ha indagado sobre testigos y se ha “peinado” la zona en busca de testimonios que echen luz.
La presunción es que los delincuentes serían varones jóvenes. Por la forma violenta de actuar, los pesquisas sospechan que ya habrían cometido varios robos callejeros.
A todo esto, se extienden las muestras de bronca y consternación por lo sucedido, tanto por parte de los familiares y allegados, como en la barriada y hasta en las redes.
No se descarta que pueda concretarse una marcha en reclamo por el esclarecimiento de este homicidio en ocasión de robo.
Asesinato en plena calle
Agustina era una vecina querida y trabajadora. A sus 22 años se esforzaba por ser maestra jardinera y quería ser contadora pública. Estaba en pareja con un muchacho desde 2019 y su plan era formar una familia.
Todo sucedió en los primeros minutos del sábado último.
La joven fue en su moto hasta una despensa ubicada en la calle Juan Manuel Fangio al 8100, en pleno Argüello Norte.
Tras hacer unas compras y mientras emprendía la vuelta a casa, fue abordada por dos delincuentes que andaban en moto con cascos.
Todo sucedió en pocos segundos. La moto frenó y el que iba detrás encaró hacia la joven víctima.
De un empujón, logró tirarla al piso para hacerse del vehículo.
Al parecer, Agustina se resistió al asalto y el delincuente le terminó descerrajando un disparo a quemarropa que le dio directo en el tórax.
No está claro si los delincuentes hicieron más disparos.
Acto seguido, los delincuentes escaparon a toda velocidad ya en las dos motocicletas.
“Le dispararon a cinco centímetros de distancia”, relató la dueña de la despensa donde sucedió todo.
En medio del estupor y la conmoción, mujeres y hombres salieron a ver qué había sucedido.
Mientras algunos llamaban a la Policía, la comerciante asistió a la joven víctima, quien ya se encontraba en estado crítico.
Un patrullero finalmente arribó y trasladó a la jovencita hasta el CPC Argüello, donde fue subida a una ambulancia que la trasladó hacia el Hospital de Urgencias.
El resto es sabido: al poco rato, la joven finalmente murió en el shock room del centro de salud.
Robos y drogas
Todo es dolor por estas horas en la zona donde sucedió este dramático y fatídico episodio de inseguridad.
Mientras algunos recuerdan la excelente persona que era Agustina, otros reclaman que los delincuentes sean atrapados y les caiga todo el peso de la ley.
En la barriada son muchos los que denuncian que es altamente preocupante la venta de drogas y que muchos de los jóvenes que roban en las calles lo hacen para luego comprar dosis y seguir delinquiendo.
Vecinos, vecinas y comerciantes de esa zona y de franjas cercanas se vienen quejando desde hace tiempo por la ola de robos que vienen siendo cometidos por ladrones que se movilizaban en motocicletas.
Tras el crimen de la joven volvieron a verse patrulleros en el sector.
Otros motochoros prófugos
A todo esto, continúan sin ser detenidos los motochoros que prácticamente hace un mes (el 23 de octubre) mataron de un balazo a un vecino en barrio San Felipe, en la zona sur de la ciudad de Córdoba.
La víctima de aquel crimen fue Luis Humberto Prado (56).
Aquel caso también está en manos de pesquisas de Robos y Hurtos.
