Martín Catalano (45) murió asesinado el 31 de agosto de 2022 a manos de un conductor con el que había tenido una discusión de tránsito. El hecho ocurrió en horas de la siesta, a metros de la vivienda de Catalano en barrio Las Palmas, en el oeste de la ciudad de Córdoba.
Su esposa, Natalia, dialogó con La Voz y reclamó que la Justicia alcance a todos los responsables. Tras el homicidio, el atacante se entregó y quedó detenido en la cárcel de Bouwer.
Ricardo Jattuf se encuentra imputado por homicidio simple.
En la esquina de la casa de Natalia, el semáforo aún tiene la cinta de “no pasar” que se coloca en las escenas de un crimen.
Allí es donde, según indican los testigos, su marido fue apuñalado en el pecho por aquel conductor con quien tuvo una discusión de tránsito.
A menos de 30 metros, Natalia abre la puerta de la casa en la que ambos vivían junto a sus dos hijas.
Un lugar vacío
Al ingresar, Natalia se disculpa por el desorden.
Hace dos semanas que no duerme, sus hijas tampoco.
En la cabecera de la mesa hay un lugar sin silla.
“Este lugar no lo ocupa nadie”, dice, casi como una metáfora del vacío que desde hace dos semanas existe en su familia.
Suena una música de relajación que una amiga le recomendó para estar más tranquila. Natalia pide permiso, enciende un cigarrillo y, luego de la primera pitada, exhala el humo. Se prepara para repasar el momento más duro de su vida.
Martín tenía 45 años, recién cumplidos (el 16 de julio).
Era padre de dos chicas. La menor, de 16 años, cursa el colegio secundario; mientras que la mayor, de 22, trabaja en una panadería, y cursa un embarazo de 5 meses. “Estábamos todos muy entusiasmados con esa bebé, hace apenas unos días habíamos celebrado la revelación del sexo. Era la primera nieta, muy ansiada por todos”, comenta.
Martín y Natalia, juntos desde hace 25 años, compartían sueños y rutinas.
Cada día, Martín se despertaba a las 4.30 para salir a las 5.20 a trabajar, en el predio de enterramiento de Piedras Blancas, a 11 kilómetros al sudoeste de la capital provincial. Desde que comenzó a trabajar allí, Martín le avisaba a Natalia cuando llegaba al trabajo y volvían a encontrarse al regreso, siempre cerca de las 15.20. Como parte de su rutina, no dejaba ver tampoco a sus parientes que viven en las casas contiguas.
Discusión, pelea y el peor final
Todo sucedió en avenida Don Bosco, corazón de barrio Las Palmas.
Catalano volvía a su casa en su auto. En un semáforo, mantuvo una discusión con Jattuf quien, con su esposa, circulaba en otro coche. Todo habría sido por un roce. Hubo una escupida, golpes y, en eso, Catalano terminó con una puñalada en el corazón.
“Quisiera no recordar nada”, relata Natalia ante la pregunta sobre qué pasó aquel día.
Eran las 15.30. La mujer estaba en su casa cuando comenzó a escuchar gritos desde la calle.
Al salir, se encontró con su marido, herido, apoyado sobre la reja.
“Me metieron una puñalada, ‘ma’”, alcanzó a balbucear. Natalia recuerda esas como las últimas palabras de Martín.
“Tenía cara de sorprendido, como que no lo podía creer, y ahí empezó todo el horror”, comenta la mujer. Sus ojos se llenan de lágrimas y toma aire para seguir.
Natalia buscó abrirle la puerta, pero todos gritaban que llamara urgente a la ambulancia.
La mujer ingresó al domicilio y siente que eso fue un error, un tiempo perdido. “Hasta que los de la ambulancia te toman todos los datos, y te hacen preguntas innecesarias, perdí unos minutos valiosos”.
En medio de la desesperación, intentó auxiliar a su marido como podía. Trataba de frenar su hemorragia. El hombre estaba ya desvanecido.
“Yo sabía que se me estaba yendo, porque se ponía frío. Le pedía que aguantara por la nieta”, recuerda.
Finalmente, en medio de la desesperación, el hombre apuñalado fue llevado a un hospital cercano en un móvil policial. Llegó muerto.
“Martín tenía un corazón más grande que una casa. Vivía para sus hijas y para mí. Trabajador, se hacía querer”, recordó su esposa. “Le gustaban las motos de carrera y jugar al fútbol. Me sorprendió la cantidad de gente que fue a despedirlo en el velorio”, añadió.
“Es muy difícil para todos. Aún no lo podemos creer, todavía lo seguimos esperando”, finalizó.
La causa
La investigación judicial por este alevoso episodio de violencia urbana se encuentra radicada en la fiscalía del Distrito 4 Turno 2, a cargo de Horacio Vázquez.
El funcionario judicial ordenó la detención e imputación de Jattuf por homicidio simple y lo envió a la cárcel. Mientras tanto, ha ordenado una serie de medidas investigativas para profundizar en la causa.
El homicidio simple tiene una escala penal de ocho a 25 años de prisión.
Se esperan los peritajes psiquiátricos para determinar si es imputable. Luego, le tomaría declaración indagatoria.
Resta esperar qué dirá el hoy acusado cuando declare.
Aquella jornada, Ricardo Jattuf iba con su esposa en el auto cuando sucedió todo. En ese marco, según señalan desde la familia de la víctima, esa mujer “le habría entregado” el cuchillo homicida.
“No lo sé, todo está en investigación. Pero si es así, quiero que también la detengan a ella y que les den prisión perpetua a ambos”, dijo la esposa del hombre asesinado.
Respecto a la eventual responsabilidad de la pareja de Jattuf, Carlos Nayi, abogado querellante en representación de la familia Catalano, sostuvo que “la fiscalía debe profundizar la investigación a los fines de verificar si esto se corrobora, y analizar el grado de responsabilidad penal que tiene esta mujer”.
