Mientras sigue la polémica por el grave episodio de tránsito protagonizado por el joven automovilista que arrolló a policías en el barrio Cerro de las Rosas de Córdoba Capital, al tiempo que los videos captados no dejan de viralizarse, la Justicia avanza con la investigación.
Lautaro Ordóñez, de 20 años, quedó imputado por los delitos de lesiones leves y resistencia a la autoridad, por orden de la fiscal de instrucción Liliana Copello, quien tiene al firmar la orden para dejarlo en libertad.
Esto se debe a que el joven es primario (no tiene antecedentes penales) y el tipo de delito que prevé una condena de no más de un año de prisión. De todos modos, el muchacho pasó la noche en la Alcaidía.
Esa es la situación en lo penal.
En paralelo, el conductor quedará inhabilitado para volver a manejar vehículos, según anunció la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Juan Pablo Carignano, titular de esa dependencia, indicó por redes sociales que, tras dialogar con la intendenta de Villa Allende, Teresa Riu-Cazaux De Vélez, se resolvió inhabilitar de inmediato la licencia nacional de conducir.
El joven tiene domicilio en aquella ciudad del Gran Córdoba.
El funcionario dijo que fue una locura y resaltó que “manejar no es un derecho, es una responsabilidad”.
La situación no se acaba allí: el veinteañero conductor contaba con al menos tres serias infracciones cometidas desde 2020.
Fuentes oficiales señalaron que, hasta el domingo pasado, Ordóñez tenía tres infracciones en el sistema Repat: una de 2020 por exceso de velocidad (fue abonada); otra de noviembre de 2021 por una alcoholemia positiva (se le detectó 1,47 de alcohol en sangre), también paga; y una tercera de idéntica fecha por haber circulado con luces bajas apagadas en ruta.
Voceros de la Provincia indicaron que Ordóñez está “habilitado para el manejo pero se encuentra en condiciones para su inhabilitación”.
Es seria la situación del joven automovilista: se enfrenta a una causa penal, con lo que eso significa.
La fiscal, de todos modos, indicó que, en lo inmediato, no agravará la acusación por una eventual tentativa de homicidio.
Colarse en la fila
Todo se inició en la mañana del domingo de Navidad.
Eran poco más de las 7.30 cuando al volante de su VW Gol Trend, Lautaro Ordóñez llegó con sus amigas (las hermanas Abril Selena y Tiziana Coral Aresca) a un conocido local de hamburguesas en avenida Rafael Núñez, intersección con calle Wast.
Se trata de un álgido sector del Cerro de las Rosas, en la zona noroeste de la Capital.
Entre los servicios del local de comidas, se encuentra está el poder comprar combos desde el auto.
Esto hace que se genere de manera periódica una fila de vehículos sobre la avenida Núñez.
De acuerdo a testigos, y a lo que surge de las cámaras, Ordóñez apareció por Wast y quiso incorporarse a la fila de autos en la Núñez, sin respetar aparentemente a quienes estaban haciendo la cola.
Además de los bocinazos que comenzaron a escucharse, el Gol hizo que se generara un leve embotellamiento en los otros carriles.
Así las cosas, justo pasaban por allí dos móviles policiales que se detuvieron. Unos policías se acercaron y comenzaron a indicarle al conductor del Gol que diera la vuelta a la manzana y que se incorporara al final de la fila.
Fue en esas circunstancias, que las cosas se fueron de cauce.
Arrancar, arrollar y querer escapar
Mientras uno de los policías le indicaba al conductor que bajara la ventanilla para tomarle los datos personales, al menos dos más se pusieron delante del rodado para evitar que se marchara.
En los últimos tiempos, se han registrado graves episodios de conductores que, por evitar ser multados o terminar con el coche secuestrado, han arrancado y arrollado a policías y a inspectores municipales.
Esta vez no sería la excepción y ante un cúmulo de testigos y hasta cámaras de seguridad y de celulares.
Mientras la situación se tornaba más tensa, una de las chicas se bajó del auto y tomó el celular. Todo indica que le habría llamado a su madre.
Fue en ese momento que la situación se tornó mucho más seria.
Luego del caso Blas Correas, se creó un protocolo que impide a los policías sacar armas y mucho menos disparar en un control callejero.
Fue así que los policías obligaron al joven a que frene y se baje, a lo que Ordóñez hizo caso omiso de manera deliberada.
En un video casero captado en el interior del auto se escucha al joven y a una de sus amigas diciéndole a los policías que no iban a bajarse ya que no habían cometido “ningún delito”.
En una fracción de segundos, y de manera consciente, Ordóñez gira el auto para no chocar al rodado que estaba delante y termina arrollando a dos de los policías que se cuelgan del capot. La escena dura 50 metros en dirección a la Mujer Urbana.
Un patrullero que estaba en la mano del frente, cruzó el cantero y se interpuso delante del Gol.
El automovilista no le quedó otra que frenar.
“Sin ese patrullero interponiéndose, no sabemos cómo y dónde podría haber terminado todo. Todo podría haber sido una tragedia”, dijo el comisario mayor Gustavo Distéfano.
“No hubo exceso policial”
Varios videos se han conocido y seguramente se conozcan en las próximas horas sobre el caso ya bautizado como “los policías atropellados en la Rafael Núñez”.
Una de esas filmaciones de celular muestra la forma enérgica con que unos efectivos detienen, bajan y esposan al joven.
A todo esto, sus dos amigas fueron detenidas por otros policías a varios metros del lugar. Abril Selena y Tiziana Coral Aresca, de 21 y 19 años, fueron demoradas en Pasaje Candonga y Natal Crespo.
Según la Policía, se resistieron a identificarse e increparon a algunos uniformados.
El suboficial Raúl Córdoba resultó lesionado en un pie y debió ser atendido en el Policlínico. Se recupera,
La fiscal Copello, al tiempo que destacó la forma temeraria con que actuó el automovilista, negó que los policías hayan actuado con violencia al detenerlo. “No hubo exceso por lo que surge de las primeras pruebas”, sostuvo.
Al mismo tiempo, indicó que los uniformados actuaron de manera correcta al querer controlar y detener a un conductor en fuga y cometiendo un delito en flagrancia.
“La Policía tiene atribuciones para controlar y esos policías actuaron correctamente”, sostuvo.
En paralelo, la fiscal deslizó que los jóvenes quizá se “asustaron” aunque resta tomar declaraciones y avanzar en la causa, sostuvo.
Funcionaria judicial en escena
A nadie le pasó inadvertido, la mañana del domingo y mientras se desarrollaba el operativo de detención, la presencia de una mujer que se identificó como la madre de las chicas y dijo ser funcionaria judicial.
No está claro qué quiso hacer.
Era Gabriela Eugenia Moreira (56), secretaria de la Cámara 4 del Crimen. No fue posible ubicarla para qué cuente qué quiso hacer.
La fiscal Copello está al tanto de la presencia de esa funcionaria.
Imputaciones y causas abiertas
Las hermanas fueron fichadas por resistencia a la autoridad y el mismo domingo retornaron a su domicilio.
Distinta y más seria es la situación del conductor del auto.
Lautaro Ordóñez quedó imputado por lesiones leves y resistencia a la autoridad, según lo dispuesto por la fiscal Copello quien entiende, de todos modos, que no hay justificativos para que quede detenido.
El delito adjudicado al varón es claramente excarcelable. En ámbitos tribunalicios no se descarta que su defensa pueda solicitar a futuro una probation.
Por ahora, nadie del círculo de allegados a los ocupantes del auto se han referido al asunto.
La funcionaria judicial ha dado directivas para que la causa para que se tomen testimonios, se busquen más testigos, se encuentren y analicen filmaciones de cámaras.
Los testimonios de los primeros testigos, según trascendió, dejan complicado al conductor.
La Policía de la Provincia, en principio, no sería querellante. No está claro si alguna otra repartición oficial sí lo será.
