El fiscal Rubén Caro imputó con graves cargos a una joven detenida por el crimen de Eduardo Osorio, un hombre ejecutado de un disparo en la cabeza el pasado sábado a la madrugada en barrio Villa Revol de Córdoba. La acusada está imputada por homicidio calificado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en compañía de un/una menor de edad. En efecto, pesquisas de la División Homicidios buscan a una joven de 17 años, señalada de haber participado en el hecho.
El fiscal informó que el procedimiento policial se llevó a cabo en las primeras horas de la mañana, durante el cual “se logró la detención de la femenina mayor de edad”. Se trata de la mujer que, junto a la joven que es intensamente buscada por estas horas, habría disparado contra la víctima.
La sospechosa, Micaela Guadalupe Toledo (24), será enviada a la Cárcel de Mujeres.
En paralelo, Caro destacó el trabajo de los cuerpos investigativos en identificar a las acusadas (y dar con una d ellas) en pocas horas.
Por lo que se sabe hasta el momento, Osorio había llegado en su Fiat Fiorino hasta la esquina de las calles Hernando de Lerma y Bragado de barrio Villa Revol. En ese punto, se habría cruzado con las ahora sospechosas.
Toledo, en compañía de la joven que aún permanece sin ser hallada, le habrían pegado al menos un balazo a la víctima.
Pero esto no quedó allí. Cuando las patrullas policiales llegaron al lugar, alertadas por algunas llamadas al 911, fueron repelidas violentamente por un grupo de vecinos de la zona.
“No querían que los policías se acercaran a la Fiorino. Cuando llegaron, unos cuatro chicos tiraron piedras y palos”, dijo un vecino del barrio que pidió estricta reserva de su identidad.
Los oficiales pidieron refuerzos y luego de la llegada de una cantidad mayor de uniformados pudieron correr el vehículo utilitario para dejarlo al resguardo de quienes querían acercarse al automóvil.
No está confirmado si se trató de un robo o si fue una venganza por motivos no establecidos. La pesquisa continúa.
“Las hipótesis están bastante avanzadas, una de ellas. Por el momento, hasta no tenerlo confirmado al ciento por ciento, no voy a hablar del tema”, se excusó Caro.
En tanto, entre algunos vecinos de la zona prevalece el temor y el mutismo ante el caso. La mayoría niega que Osorio haya sido asesinado en ocasión de robo y habla de “una venganza”.
A esto se le suma que la imputación del fiscal no da cuenta de que haya existido una “ocasión de robo”.
Resta saber si había un vínculo anterior entre Osorio y las imputadas, situación que se podría esclarecer en las próximas horas cuando una de las presuntas victimarias, la que está detenida, presente sus primeras declaraciones.
En las filas de los investigadores, es decir: de quienes se encuentran resolviendo los detalles del hecho, la posibilidad de que haya sido un simple robo cada vez está más apagada.
