En barrio Urca, al noroeste de la ciudad Córdoba, los vecinos están preocupados. Motivos les sobran.
Un grupo reunido en la plaza del Encuentro comenta que en los últimos tres meses aumentaron los episodios de arrebatos, robos e incluso asaltos en el sector. En las últimas semanas, algunos robos contra vehículos y domicilios encendieron el alerta.
Los delincuentes circulan por el barrio con absoluta impunidad y usan diferentes artimañas para bajar la guardia de los vecinos y así poder atacar.
Los hechos ocurren fundamentalmente a la tarde y noche: cuando muchas y muchos frentistas vuelven a sus hogares.
Los habitantes del sector sienten que son objeto de un trabajo de inteligencia.
“A veces, nos tocan el timbre para preguntar cualquier cosa o te piden un vaso de agua cuando estás entrando o saliendo del domicilio. Sabemos que están atentos al movimiento, viendo dónde hay o no hay gente para elegir el lugar donde van a robar” sostiene Gladys, una de las vecinas.
Hechos recientes
Días atrás, una vecina llegó a su casa a las 19.30 y sacó a pasear el perro. Un hombre en bicicleta la abordó y le apuntó con un arma. “Dame la plata”, fue la orden. La mujer comenzó a gritar y el ladrón escapó pedaleando.
Otra vecina contó que, mientras estaba en su casa, un joven se acercó a pedirle un vaso de agua.
“Me di cuenta de que lo que quería en realidad era tapar lo que sucedía en la vereda de enfrente, donde otro muchacho escapaba de una casa, tras saltar una tapia. Se llevaba una bordeadora y un juguete. Después, se fueron caminando tranquilamente hacia el río Suquía”, comenta Beatriz.
Otro vecino relató que fue asaltado hace poco por un delincuente armado, quien le quitó su bicicleta y el celular.
Los robos pueden ser grandes o pequeños: está el caso de una camioneta de alta gama sustraída del frente de un gimnasio o los focos de seguridad puestos en el jardín de un domicilio.
Lo que más preocupa a los vecinos reunidos en la plaza es que, cada vez, se reportan más episodios con armas de fuego. Incluso, algunos frentistas piensan comprarse una para protegerse.
“Se escapan por el río”
“Esto ya pasaba hace 30 años”, se queja Maximiliano, vecino de años en el sector.
“Los ladrones cruzaban el río, robaban y se volvían a escapar por los mismos barrancos. Pero lo solucionamos poniendo un casilla para la Policía cerca de calle Arruabarrena y Costanera”, contó.
El problema, según expuso, es que la casilla fue trasladada cuadras más arriba, lo que fue aprovechado por algunos delincuentes.
Desde la Policía explicaron que el traslado se debió al deterioro de la casilla anterior (prefabricada) y a que se buscó un lugar adecuado para la construcción de una nueva (de material).
“Hemos hecho reclamos para que desmalecen la Costanera, porque es un refugio para los ladrones, pero no tuvimos respuesta. La iluminación es pobre y el patrullaje, a pie o en bicicletas, casi no se ve”, resaltó Beatriz.
Rotura de ventanillas
Otro problema de siempre en la barriada son los ladrones que, a plena luz del día, rompen ventanillas y sustraen pertenencias de los vehículos estacionados.
Reclamo sin respuesta
“La Policía dice que no tiene gente. Antes, siempre había algún policía. De hecho, los conocíamos y los saludábamos. Nos dicen que hay patrullaje, pero no lo vemos”, se quejó un frentista.
Los vecinos piden como “prioritario” que se limpie la Costanera y se quiten las malezas.
No hubo respuestas de la Municipalidad de Córdoba.
“Todo el yuyal facilita el refugio y el escape de muchos delincuentes”, se quejó una mujer.
“Vivimos temerosos. Hemos comprado alarmas comunitarias, controles remoto, luces con detección de movimiento. Más dinero no podemos invertir en seguridad y lamentablemente nos está pasando esto. Estamos desbordados y no sabemos qué hacer”, se quejó Beatriz.
