Tiene un diámetro de un metro y medio, pero una profundidad que llega hasta los 50.
Supo ser un aljibe en otras épocas, pero comenzó a ser usado como pozo para la basura. A los 30 metros de hondo, se enangosta aún más, como una suerte de embudo, y ya no se puede respirar.
El último bombero que entró a inspeccionar allí dentro, tuvo serias dificultades para meterse con el tubo de oxígeno en su espalda. Fue así que sus compañeros tuvieron que sujetárselo con una soga encima de su cabeza, mientras era introducido al hueco.
En ese pozo ya han encontrado ropas viejas, papeles, recibos, repuestos de motos, desperdicios...
Hay hedor. Mucho hedor.
Pero los cuerpos no aparecen.
En ese pozo del espanto están puestas las miradas de bomberos, policías y los cuerpos judiciales abocados a desentrañar la historia de horror que sacude a Córdoba por estas horas: las dos hermanas desaparecidas y que, según se cree, fueron asesinadas a golpes y a balazos.
Se trata de Esher y Sara Castro, de 41 y 39 años.
El pozo está en la parte trasera de la casa que habitaban, allí en barrio Autódromo, en la franja noroeste de la ciudad de Córdoba.
Los autores habrían sido dos jóvenes varones de la familia.
Se llaman Ismael y Esteban Castro, de 29 y 24 años.
El mayor es hijo de Esther. El menor sería el sobrino, pero no se descarta que también sea hijo.
Ambos ya confesaron el doble asesinato y dieron detalles del pozo y de las cosas arrojadas allí dentro.
La fiscal Andrea Martín, del fuero de Violencia Familiar, ya los imputó por homicidio calificado a uno y por homicidio simple al otro, y los mandó derecho al Establecimiento Penitenciario N° 9.
Es la antesala a la Cárcel de Bouwer.
Les harán peritajes en un par de días, sobre todo psiquiátricos.
Quieren saber si son imputables.
Hay una tercera detenida.
Una chica de 17 años que habría colaborado con los varones para arrojar los cadáveres. Está presa por encubrimiento agravado.
Espanto sumergido en la casa del horror de barrio Autódromo
Mientras tanto, no cesa el espanto y la conmoción en quienes habitan en barrio Autódromo.
La búsqueda de los cuerpos se reanudará en horas.
Hay expectativas de que el espanto emerja a la luz de una buena vez.
Mientras la búsqueda avanza, un puñado de detectives de la División Homicidios de la Policía trata de desentrañar el “porqué”.
El porqué de todo.
Algo está claro, en la casa de calle Oscar Cabalén al 6532 se escondía algo más que el espanto.
La sospecha es que en esas cuatro paredes había una historia de abusos de manera sistemática. Y por años.
Las miradas están puestas en el padre de las dos mujeres: don Castro, quien murió meses atrás.
Todo se descubrió el sábado de una manera impensada.
Allá, en las Altas Cumbres.
Escapar hacia la montaña
Aquella jornada, una dotación policial fue a controlar algo más que llamativo cerca de Copina.
Allá, en la alta montaña, iban caminando unos jóvenes con niños. No tenían medio de movilidad. Cargaban bolsas. Parecían escapar de algo.
Uno de los policías los encaró, les preguntó qué hacían, a dónde iban...
Una cosa llevó a la otra y así los policías hicieron que los jóvenes llamaran por celular a un tío para que los fuera a buscar.
Este tío (Joel, de 35 años) era hermano de Esther y Sara.
Fuentes oficiales señalaron que el hombre los buscó y, en ese marco, llegó la confesión de vuelta a casa...
La casa del horror en Córdoba: doble asesinato y al pozo
Ismael y Esteban le habrían contado con detalles cómo fue todo.
Ya el domingo, el hombre se presentó en la Jefatura de Policía, en Córdoba, y contó la historia de espanto.
“Si. Ellos dijeron que las mataron a golpes y con disparos de arma. Y las tiraron a un pozo en la parte trasera de la casa”, denunció el muchacho ante los policías.
Ante el cariz que tomaban las cosas, el caso recayó en manos de investigadores de Homicidios y se dio parte a la Justicia.
Esa tarde, la fiscal Andrea Martín recibió el llamado en su celular.
El teléfono no pararía de sonar.
Ese domingo al anochecer, los jóvenes quedaron detenidos; sobre todo luego de que se constatara que las mujeres no aparecían.
La búsqueda en la “casa del horror” arrancó de lleno el lunes.
Las miradas se enfocaron en el viejo pozo. También se constataron otros espacios del patio, como una vieja cámara séptica, un gallinero, un viejo horno. Nada.
¿Sangre en la casa de barrio Autódromo?
No se encontró a simple vista ningún rastro de sangre en la casa.
Por esto se hará un examen de luminol en las próximas horas.
¿Cuál sería el móvil del doble crimen en barrio Autódromo de Córdoba?
Hay quienes piensan en una pelea por dinero; otros van más allá y creen que la muerte de don Castro, meses antes, habían detonado las malas relaciones.
Mientras tanto, las miradas vuelven a centrarse en el pozo.
