Con graves cargos penales en su contra, un hombre comenzará a ser juzgado este lunes en los Tribunales II de Córdoba, acusado de haber asesinado a su pareja en un domicilio de barrio Coronel Olmedo, a fines de 2020. La víctima fue Gabriela Verónica Lencina (43), quien sufrió gravísimas quemaduras en distintas partes del cuerpo.
La mujer llegó a estar internada varios días en el Instituto del Quemado.
Mientras estuvo consciente, Gabriela llegó a decir que se había tratado de un accidente doméstico mientras preparaba un rociador con alcohol por el coronavirus.
Sin embargo, la investigación de dos fiscales (primero Betina Croppi y luego José Pueyrredón, del fuero de violencia de género) terminaron descartando la sospecha de un supuesto accidente y abonaron la hipótesis de que se había tratado de un ataque intencional con alcohol y fuego.
Los pesquisas se basaron en una serie de indicios como las heridas que tenía la mujer, las presuntas inconsistencias del relato del hombre, datos aportados por vecinas y, además, los relatos de allegadas a la mujer sobre supuestos malos tratos y un contexto de violencia de género en el que ella se hallaba presuntamente inserta.
A todo esto, está el relato de una hija de la mujer, quien declaró a policías: “Papá le tiraba algo a mamá... Ella tenía fuego... Papá le tiraba algo”.
De todos modos, no se pudo confirmar si se trataba de agua propiamente dicha o de alcohol.
El acusado es Cristian Sebastián Videla (42), quien llegará a juicio a la Cámara 2ª del Crimen, con la participación de jurados populares, por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.
En caso de ser hallado culpable con esos cargos, le correspondería prisión perpetua.
Ataque en el hogar
Todo sucedió el pasado 26 de diciembre de 2020 en la casa de la pareja ubicada en calle Juan B. Charlone al 5700 en barrio Coronel Olmedo, en la periferia sur de la Capital cordobés.
Alertados por llamados de vecinos, que daban cuenta sobre gritos y fuego en el interior del hogar, arribaron móviles de la Policía de Córdoba, como así también efectivos de la Dirección Bomberos y una ambulancia.
Gabriela Lencina había sufrido gravísimas heridas externas e internas. Fue retirada consciente.
Según trascendió en su momento, mientras hablaba con policías y quienes la rescataban, la mujer había manifestado que tuvo un accidente mientras llenaba un pulverizador con alcohol y que estaba fumando.
Fue trasladada hasta el Instituto del Quemado, donde quedó internada en grave estado en la terapia. Finalmente, murió el 3 de enero siguiente.
Para ese entonces, su pareja, Cristian Videla, ya había sido detenido.
El tipo de lesiones y las zonas afectadas por el fuego pronto hicieron descartar la tesis de un accidente para la fiscalía de Violencia Familiar.
En paralelo, se fueron acumulando numerosos testimonios que daban cuenta de una situación de violencia de género en ese domicilio.
Videla, quien se dedicaba a la construcción hasta que cayó preso, siempre dijo que todo fue un accidente.
