“Tomate el palo, la c… de tu m…, antes de que te haga c… a vos también”. A los gritos, el policía comenzó a amenazar al joven, mientras le apuntaba a la cabeza con su pistola reglamentaria. Instantes antes, el uniformado había golpeado con trompeadas en la cabeza y el estómago del amigo de ese joven. El muchacho estaba esposado y sin posibilidad de defenderse.
Aquel violento episodio sucedió en septiembre de 2016 en la ciudad de Cosquín, en el valle de Punilla.
Fue a la salida de un boliche.
Como se había producido una pelea, patrullas policiales llegaron a controlar la situación y dispersar a lo largo de varias cuadras.
El policía que golpeó y amenazó fue el oficial Franco Andrés Llanos, actualmente de 33 años.
A poco de cumplirse seis años de aquel violento episodio, Llanos fue juzgado y condenado en las últimas horas por la Cámara del Crimen de la ciudad de Cruz del Eje.
El juez Ricardo Py condenó al policía a la pena de tres años y seis meses de prisión de ejecución condicional por los delitos de coacción y vejámenes.
El oficial inspector logró el beneficio de la libertad, pes a que el fiscal de Cámara, Reymundo Barrera, había solicitado que fuera a la cárcel.
Durante todos estos años, Llanos no dejó de ascender y avanzar en la carrera policial.
Ahora, tras el fallo, se dictó su inhabilitación para ejercer cargos públicos por el término de siete años.
Resta ahora ver si el policía es exonerado o no de la fuerza policial.
Su condena, a todo esto, se produce en medio de una seguidilla de fallos y resoluciones judiciales de alto impacto y por distintos delitos contra efectivos policiales de la provincia de Córdoba.
Violencia uniformada
El caso sucedió en la madrugada del 10 de septiembre de 2016 a la salida de una conocida disco, en la zona céntrica de la ciudad de Cosquín.
Como se produjo un cruce de jóvenes en la calle, arribaron móviles.
En medio de corridas, tres jóvenes fueron aprehendidos por uniformados de la comisaría local.
En ese marco de procedimiento, uno de los policías se puso fuera de sí y volcó una inusitada violencia en el desplegar profesional.
Se trataba del oficial principal Franco Andrés Llanos.
En medio de su violento accionar, que se extendió por varias cuadras, el policía golpeó de manera brutal a un joven que ya estaba reducido y sin que ofreciera resistencia alguna, según consta en la causa.
No sólo que hubo golpes a una persona esposada, ante la mirada de otros policías que no hacían nada, sino que además cometió amenazas de muerte con la pistola.
Parte de ese brutal accionar quedó captado por cámaras de seguridad.
En el juicio que terminó ahora con la condena a ese policía violento, se dispuso además que se investigue y eventualmente se sancione a los otros uniformados que presenciaron lo sucedido y no lo evitaron.
Otro juicio contra policías
En los próximos días, en la misma Cámara del Crimen de Cruz del Eje comenzará otro juicio contra dos efectivos policiales por haber cometido un violento procedimiento callejero en aquella región, años atrás.
Dos policías están acusados de haber golpeado y amenazado a dos automovilistas en un control.
Uno de los policías, de apellido Mitelsky, ya admitió los cargos de la fiscalía y está pidiendo un juicio abreviado. Su compañero, de apellido Silva, irá a a un juicio normal.
Caso Romo: fin de indagatorias
A todo esto, en la fiscalía de Cosquín concluyeron en las últimas horas las indagatorias a los seis policías que están presos por el crimen de Jonatan Romo, el joven que sufrió asfixia mecánica al ser detenido semanas atrás en La Falda.
Todos los uniformados (tanto los cuatro que están acusados por homicidio como los dos por supuesto encubrimiento) negaron los graves cargos en su contra.
En líneas generales, negaron haber conocido un protocolo para el tratamiento de personas alteradas.
Algunos declararon, mientras que otros se abstuvieron. El último en ser indagado fue el subcomisario Pablo Antonio Zárate.
Todos permanecen presos en la Cárcel de Bouwer. El fiscal Raúl Ramírez debe decidir si los mantiene presos o si ordena liberaciones.
