La Cámara del Crimen de la ciudad de Deán Funes condenó a tres policías por los delitos de vejaciones agravadas y lesiones leves calificadas por abuso de sus funciones en perjuicio de una mujer que había ido a declarar como testigo en una comisaría en el norte provincial.
Según informó el portal de Justicia de Córdoba, los jueces agravaron la pena de los acusados por las “connotaciones discriminatorias” que tuvo el ataque: las agresiones en contra de la víctima incluyeron permanentes referencias a su orientación sexual.
Por un lado, el comisario Juan Domingo Cusumano y la agente Vanesa Ramona López Medina fueron sentenciados a las penas de dos años y seis meses de prisión condicional e inhabilitación especial para el ejercicio de cargos policiales por el término de cinco años.
La tercera condena fue para la sargento ayudante Iris del Rosario López Márquez, a quien se le impuso la pena de dos años de prisión condicional e inhabilitación para ejercer de cargos policiales por cuatro años.
Vejaciones
Según se indicó desde la Justicia, las agresiones se produjeron en la sede de una comisaría ubicada en el norte cordobés. Fue en junio de 2017.
La víctima había concurrido a l dependencia policial a declarar como testigo en el marco de una denuncia presentada por su pareja.
Cuando ratificó los términos de la denuncia, la agente López Medina, que había sido mencionada en esa declaración, comenzó a increparla con términos humillantes y degradantes por su orientación sexual.
Golpiza en la comisaría
No obstante, la víctima se mantuvo en su postura. Fue entonces que las dos policías que estaban en la comisaría la golpearon contra la pared y le propinaron patadas y rodillazos en distintas partes de su cuerpo.
De acuerdo a la causa judicial, en ese momento llegó el comisario Cusumano, quien indicó a sus subordinadas que continuaran con la golpiza contra la mujer.
Después esposaron a la víctima y, luego de hacerla revisar en el hospital local, la introdujeron en el calabozo.
La víctima estuvo varias horas hasta que recuperó su libertad por directivas del Ministerio Público Fiscal (MPF).
Una de las pruebas centrales valoradas por los jueces fueron los mensajes autoincriminatorios que la imputada López Medina envió a través del celular a personas de su confianza inmediatamente después del hecho. En tales comunicaciones, la imputada reconoció parcialmente la conducta desplegada en contra de la damnificada, se indicó.
El camarista Horacio Ruiz también remarcó que la víctima “ha mantenido a lo largo del proceso un discurso, en lo medular, coherente y sin fisuras” y que ofreció detalles sumamente precisos en cuanto a las agresiones y maltratos sufridos, se informó oficialmente.
“Pretender un relato perfecto e impoluto, exento de cualquier olvido o descalificar su credibilidad por inconsistencias en aspectos secundarios de su versión –tal como deslizan los defensores– supondría atentar contra las reglas de la sana crítica racional, soslayando la situación traumática que vivió, la condición de vulnerabilidad en que se encuentra y –fundamentalmente– el tiempo trascurrido entre el hecho y su última declaración en el debate (más de cinco años)”, resaltó el magistrado en el fallo.
