Mientras la bronca se potencian en la localidad de Brinkmann, en el este cordobés, tras el crimen de la pequeña Aralí Vivas (8), su madre fue detenida este lunes por orden del fiscal Oscar Gieco. Rocío Milagros Rauch, de 28 años, quedó imputada por el delito de homicidio calificado por el vínculo en calidad de partícipe necesario, informaron fuentes oficiales. El funcionario judicial la acusó por omisión de cuidado.
A todo esto, el padrastro de la pequeña y un amigo de éste permanecen detenidos acusados de haber cometido el crimen. Ambos están presos por ahora por homicidio simple. No se descarta que ambas imputaciones puedan variar. Incluso se analiza que la acusación pase a un homicidio criminis causae (cuando se mata para lograr la impunidad).
Mientras tanto, la fiscalía avanza en el esclarecimiento de este brutal episodio que sacude a Córdoba. Se han ordenado peritajes varios y se siguen buscando testigos, al tiempo que se prosigue con la toma de testimonios.
“La investigación policial, los elementos recolectados, la encuesta ambiental y otros datos complicaron a esa madre. No cuidaba a su hija. La dejó sola y abandonada. Además, entendemos que esa mujer estaba perdida por las drogas...”, remarcó una alta fuente de la causa a La Voz.
El domingo a la noche, numerosos vecinos salieron a marchar por la localidad para exigir el esclarecimiento del caso, al tiempo que se demandan respuestas.
La sospecha judicial es que la chica fue asesinada y, para ocultar el crimen, él o los atacantes quemaron la vivienda. El fuego se desarrolló principalmente en la habitación donde estaba la nena.
El fiscal Gieco intenta determinar si la pequeña era víctima de abusos y malos tratos.
La pareja de la madre es Matías Ezequiel Simeone (33). El padrastro de la nena estaba con libertad condicional luego de haber sido condenado el año pasado por la Cámara del Crimen de San Francisco por serios hechos de violencia de género. En ese marco, la fiscalía intenta determinar por qué tenía a su cargo a la nena y a otros hijos suyos.
El otro acusado es Cristian Hernán Varela (40). Como se dijo, ambos están acusados por ahora por homicidio simple.
Al momento que sucedió todo, la madre de la pequeña supuestamente no se encontraba en la casa.
Fuentes del caso señalaron que, a priori, desde hacía varios días la mujer estaba en otra vivienda con otra persona. De todos modos, el avance de la causa y de las averiguaciones tuvo un giro inesperado este lunes.
Fuentes judiciales habían señalado que se evaluaba acusarla de abandono de persona. Finalmente, el fiscal decidió acusarla por una figura gravísima.
En la marcha, del pasado domingo a la noche, no fueron pocos los vecinos que denunciaron que tanto Aralí como los otros chicos se encontraban descuidados.
Según la autopsia de su cuerpo, el deceso fue anterior a que las llamas consuman el inmueble.
Brinkmann, localidad distante a 60 kilómetros de San Francisco, no puede digerir el espanto.
Los vecinos y vecinas quieren que paguen él o los autores del crimen.
Desconsuelo y bronca
“Son seis hermanos en total. A la nena la veía en la escuela, dicen que en los últimos días tenía unas marcas en el cuello. A un hermanito, el bebé, lo hallaron todo sucio, sin que le cambien el pañal por varios días. Era un desastre su situación”, manifestó una mujer que concurrió a la marcha.
También buscan responsabilidades más arriba y se preguntan: ¿por qué Aralí y sus hermanos seguían bajo la tutela de una madre que no estaba en condiciones de cuidarlos?
A través de un comunicado, la Municipalidad de Brinkmann explicó este lunes que siempre acompañó las necesidades de los niños afectados, pese a no compartir decisiones que se tomaron en otros organismos. Todo indica que el cuestionamiento va directo contra la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) que, hasta el lunes por la tarde, no se había manifestado sobre el hecho.
“Desde el Gobierno de la ciudad, hemos estado a disposición de la investigación y el esclarecimiento de lo sucedido. Como hemos estado también, desde antes, a lo largo de muchos meses, acompañando a Aralí y a sus hermanos y familiares. Por eso, luego de decisiones que no fueron nuestras y que no necesariamente compartimos, pusimos todas nuestras áreas al servicio de la contención, acompañamiento y protección, cuidando, esencialmente, los derechos de los menores”, se indicó.
Estudios determinantes
La única certeza que arrojó hasta ahora la autopsia -realizada por el médico forense Mario Vignolo-, es que la niña no murió a causa del incendio registrado en su casa. Su cuerpo quedó carbonizado, pero el resultado del informe preliminar revela que no había inhalado monóxido de carbono.
A su vez, el estudio indica que presentaba un traumatismo craneal, lo que apunta a un posible homicidio mediante un golpe en la cabeza. Aunque esto es una posibilidad.
“Pudimos descartar heridas de arma blanca o de fuego, pudiendo deducir que la muerte se produjo posiblemente por algún traumatismo. O pudo haber sido una muerte, en el peor de los casos porque nunca lo podremos ver, por efecto vasovagal, que pasa a veces en los abusos. Si bien esto no está comprobado todavía, con los estudios que hicimos podremos saber si hay vestigios de abuso sexual reciente o antiguo que pueda haber sido el detonante de esto”, remarcó el forense.
Vignolo explicó que los estudios fueron enviados al área de Anatomía Patológica y explicó que se esperan respuestas.
Cuestionamientos
Una de las tías de Aralí, Verónica -hermana del padre- endilgó responsabilidades contra el municipio. “Esto no debería haber pasado si la asistente social del pueblo nos hubiese respondido como tenía que haber respondido. Hoy sabemos que fue asesinada antes y que el incendio fue provocado para tapar todo, pero por lo menos queremos creer que ella no sufrió el incendio ni abusos”, le dijo la mujer a Telefé.
Por otra parte, la hermana de la madre de la nena asesinada efectuó consideraciones. “Ella está en la casa de mi papá y mostró un genuino dolor por la pérdida de su hija. Espero que le pese en la conciencia porque lo podía haber evitado y porque nunca le dio el amor que ella se merecía”, dijo a la televisión.
Afirmó también que apenas nació Aralí, la mujer “la abandonó” y la tuvieron que cuidar en su familia. “La Justicia dictaminó de nuevo que tenía que estar con la mamá”, cuestionó.
Todo se descubrió el sábado a las 14 cuando, por un llamado telefónico, bomberos voluntarios de Brinkmann fueron alertados por un incendio en una vivienda de calle Caseros al 800.
Tras apagar las llamas en la parte superior de la casa, los uniformados hallaron el cuerpo de la nena.
Los peritajes oficiales determinaron que las llamas fueron intencionales. Filmaciones de cámaras de seguridad y testimonios complicaron a los dos acusados, quienes fueron detenidos el domingo por orden fiscal.
