Alojado en la Cárcel de Bouwer e imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y a la espera de ser indagado para que brinde su versión sobre lo que hizo. Esa es la situación penal por estas horas de Rolando Asís (71), el hombre que tardes atrás mató de un disparo en el corazón a otro vecino en la localidad de Malagueño, a 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
El crimen fue el dramático epílogo de una violenta discusión enmarcada en una discusión por una serie de arreglos realizados en una vivienda que iba a ser puesta en alquiler.
Asís terminó ultimando de un disparo a Héctor Moyano (55), un albañil que estaba haciendo precisamente reparaciones en ese inmueble. El inmueble iba a ser alquilado por el hijo de la actual pareja de Moyano.
Para el fiscal N° 2 de Villa Carlos Paz, Ricardo Mazzucchi, a cargo de la pesquisa, hay tres puntos centrales en toda esta historia: el ahora detenido habría ido armado a resolver una discusión por esa vivienda; no menos importante es que, luego del crimen, escapó del lugar hasta que se terminó entregando mientras la Policía lo buscaba intensamente.
El tercer punto es que las primeras averiguaciones dan cuenta de que se trataría de un hombre con antecedentes de violencia en Malagueño.
El abogado defensor ya anticipó que pedirá que el caso sea encuadrado como un homicidio con exceso en la legítima defensa. Por ahora esa posibilidad es por demás remota en la fiscalía a cargo de la causa.
El homicidio ocurrido en Malagueño se agrega a una nueva y preocupante seguidilla de violentos episodios armados que se está registrando en la provincia de Córdoba entre personas, por lo general, conocidas.
Se trata de conflictos entre personas que, en vez de ser resueltos con la palabra o bien ya por intermedio de la Justicia, terminan con armas de por medio, disparos y víctimas muertas o bien heridas.
En rigor de verdad, este fenómeno se viene dando desde hace tiempo en Córdoba. Sin embargo, en los últimos días ha vuelto a registrarse con marcada reiteración y crudeza.
Por caso, este domingo a la madrugada, una violenta pelea entre dos hombres en barrio Nuevo Progreso, en la Capital cordobesa, terminó con uno de ellos herido de un balazo en la pierna. La víctima fue trasladada hasta el Hospital Cura Brochero donde se recupera, afortunadamente. El agresor, en tanto, fue detenido. Se le secuestró una pistola automática.
Esta violenta realidad vuelve a dejar en evidencia, a la vez, la alta portación de armas en manos de cualquiera.
Secuencia de graves casos
A todo esto, días atrás fue detenida una joven de 24 años acusada de haber ejecutado de un balazo en la cabeza a un hombre en barrio Villa Revol, al sur de la Capital.
Para la justicia fue una brutal venganza por motivos no precisados aún. Por el crimen de Eduardo Osorio (51), ocurrido en la madrugada del pasado sábado 16, a su vez, está siendo buscada una adolescente de 17 años. No dan con ella.
Si de crímenes por violencia urbana hablamos, qué decir del caso de Gabriela Stefi Pérez (24), ocurrido el pasado 9 del corriente durante un acto gremial que se realizaba en el Club Yapeyú de la Capital.
Aquel mediodía, un matón armado, que andaba con al menos otro hombre en un auto, se paró frente al club y disparó al menos siete veces con una pistola automática.
Uno de esos balazos atravesó una ventana y dio en la humanidad de Gabriela, quien falleció horas después en un hospital.
Ese crimen está impune. De todos modos, avanza la investigación para atrapar a los sicarios.
A todo esto, esta preocupante realidad se agrega a los violentos episodios de personas heridas en el marco de hechos inseguridad o bien por violencia de género en Córdoba.
Semanas atrás, un motochoro que asaltaba a un cartero en barrio Los Granados, también en la Capital cordobesa, terminó matando de un balazo a su cómplice, de 14 años, según la sospecha judicial. El matador escapó y no ha sido detenido
Por otro lado, en relación con la violencia de género, un joven le pegó un balazo en la cabeza a su pareja y escapó. Sucedió madrugadas atrás en villa Los 40 Guasos de Córdoba y la joven, afortunadamente, se recupera favorablemente.
Refacción, discusión y crimen
Respecto al violento episodio ocurrido en Malagueño, todo se remonta al pasado miércoles 20 del corriente. Eran las 16 cuando, según la causa, Rolando Asís llegó hasta un domicilio que es de su propiedad y que estaba por ser alquilado.
Llevaba un arma de fuego, de acuerdo a la reconstrucción judicial.
En la casa se encontraban un joven que iba a alquilar el domicilio, su novia, su madre y el novio de esta mujer: el albañil Moyano.
Este hombre había estado haciendo unas refacciones en el domicilio. No era la primera vez que lo hacía.
Al parecer, según la causa, se produjo una violenta discusión entre Asís y el muchacho que estaba por alquilar la propiedad.
El motivo giraba en torno al dinero: los costos de los arreglos y el precio que iba a tener el alquiler.
Era un conflicto que se debería haber resuelto con la palabra.
Sin embargo, el cruce de palabras dio lugar a golpes y empujones, según la sospecha judicial.
Fue así que, en esa pelea, el futuro inquilino empujó a Asís a la calle y le cerró la puerta en la cara.
Asís no quedó solo. En la vereda también quedó el albañil Moyano.
Algo pasó entre ambos. Fue en ese marco que, de acuerdo a la Justicia, Asís sacó un arma y le disparó al albañil directo al corazón.
Cometido el crimen, escapó velozmente.
El viernes, cercado por policías que lo buscaban, se entregó finalmente ante la Justicia.
