Javier Di Santo, fiscal de Instrucción del segundo turno de Río Cuarto, cambió la calificación legal de la causa por el crimen de Rocío Lezcano (30). Entendió que su concubino, Axel Fernando “Coto” Magallanes (22), incurrió en una negligencia. Irá a juicio por “homicidio culposo”.
El hecho ocurrió el 8 de enero del 2023, en el patio frontal de una humilde vivienda ubicada en Rafael Obligado al 1900. Según la instrucción, Magallanes estaba manipulando un arma y accidentalmente se le disparó un tiro que hirió fatalmente a Rocío. Inicialmente, el joven fue detenido e imputado de homicidio calificado, pero tras la feria cambió la carátula y esperará el juicio en libertad.
Hacía dos años que Magallanes era concubino de Lezcano. No tenían hijos en común pero criaban juntos a un niño de seis años, hijo de la mujer. Familiares de ambos vivían en casas contiguas, al fondo de barrio Alberdi.
Según testimonió el padre de la víctima, Lezcano tenía un 90 por ciento de discapacidad por hipoacusia y secuelas neurológicas por haber tenido meningitis cuando era niña. Para el progenitor, Magallanes también tendría algún grado de discapacidad.
La pericia psiquiátrica confirmó que Magallanes pudo dirigir sus acciones y comprender la criminalidad del acto. Pero tiene afectada la capacidad de anticipación y representación de situaciones complejas. Determinaron en el imputado una discapacidad cognitiva leve de nacimiento, a la que, desde los 12 años, se sumó el consumo de marihuana crónico, diario.
Con todo, el representante del ministerio público descartó que pudiera haber incurrido en dolo eventual. Los estudios dejan sentada la necesidad de que cuente con un urgente tratamiento psiquiátrico y psicológico.
“Claramente actuó con negligencia, no contaba con la capacidad de representación de la producción del resultado de la manipulación del arma, por carecer de discernimiento”, evaluó Di Santo, al elevar la causa a juicio.
Los datos dela pericia balística confirman que la bala, calibre 22, colocada en un rifle de aire comprimido reformado, pudo dispararse sola al cerrarse el sistema de quiebre, sin que nadie haya presionado el gatillo.
No fue femicidio el de Río Cuarto
El auto de elevación a juicio revela las condiciones personales del imputado, que vivía junto a tres de sus siete hermanos y a su concubina, Rocío. “Coto” Magallanes no tiene antecedentes, Se dedica recolectar y vender cartones. El imputado declaró que dejó el colegio por la droga, que no sabe leer ni escribir y que su madre es quien paga el alquiler y los servicios de su domicilio.
Según la investigación, el 8 de enero, Magallanes estuvo manipulando como dos horas un rifle de aire comprimido en el patio delantero de su casa. Lo había modificado para que pudiera disparar proyectiles calibre 22 que supuestamente había encontrado mientras cirujeaba.
Para el fiscal Javier Di Santo, Magallanes obró de forma negligente. El tiro que se le disparó, impactó en la zona intercostal izquierda del cuerpo de Lezcano y le provocó la muerte.
Fue el propio Magallanes y su cuñado, Daniel Lezcano, quienes trasladaron a la víctima al hospital San Antonio de Padua. La mujer falleció minutos después, tras un shock hipovolémico, debido a la lesión causada por el proyectil en el riñón izquierdo, la vena cava inferior y la aorta abdominal.
En su primera declaración indagatoria, Magallanes sostuvo que nunca quiso disparar, que no puso el dedo en el gatillo, que el arma se disparó sola al cerrarla.
En el momento en que se produjo el disparo fatal, el hermano de Rocío dijo que estaba dentro de la casa. Testimonio que, al escuchar el tiro, salió y vio a su hermana agarrarse el costado derecho de su tórax y a Magallanes que le decía “vamos al hospital rápido, discúlpame, fue un accidente, se me escapó un tiro”.
Otro hermano de la víctima que llegó enseguida al lugar, declaró haber visto a Magallanes que abrazaba a su pareja e imploraba que reaccionara. En la camioneta grúa de un familiar (que trabaja para el Ente Municipal de Control) el imputado llegó al hospital con su concubina desvanecida en sus brazos.
Un hermano de la víctima declaró haberle regalado el rifle a “Coto” para que lo modificara porque “no escupía balines”. El arma quedó sobre la mesa del patio. Supuestamente Axel iba a usarlo para cazar pajaritos que aprovechaban como alimento.
Un hermano del acusado también declaró que Axel y Rocío “se llevaban muy bien como pareja, siempre andaban juntos para todos lados, iban a juntar cartones y nunca peleaban”. Otros familiares de la víctima coincidieron en declarar que nunca advirtieron situaciones de violencia de género.
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