Los integrantes de una peligrosa organización delictiva recibieron penas de prisión luego de probarse en juicio oral y público que estafaron a numerosos adultos mayores desde la cárcel de Cruz del Eje y a través de llamados telefónicos en los que aseguraban premios virtuales.
El principal integrante y líder de la asociación ilícita, Diego Germán Inga, recibió una pena de siete años de prisión. Ya estaba cumpliendo una condena en el establecimiento carcelario de la ciudad del noroeste provincial por lo que, además, se lo declaró reincidente.
A él y a tres miembros de la asociación ilícita les fueron impuestas condenas de prisión por la Cámara 4ª del Crimen de Córdoba, que la semana pasada finalizó el debate que contó con la acusación del fiscal Gustavo Arocena.
El acusador público solicitó las penas que fueron concedidas por el tribunal, resultando también condenados quienes estaban fuera del presidio recibiendo el dinero que les transferían quienes despojaban a los adultos mayores de los dineros de sus cuentas.
Tres resultaron culpables de los cargos: Daniela Alejandra López, Jorge Eduardo Mena y Adela del Valle Stamburgo, quienes fueron responsabilizados también por los hechos de estafa.
Modalidad
Arocena explicó que las estafas eran cometidas desde la cárcel de Cruz del Eje. Los inescrupulosos se comunicaban con integrantes de la tercera edad y mediante engaños que se iniciaban simulando ser representantes de una entidad oficial nacional conseguían datos sensibles de las víctimas y de sus cuentas bancarias.
Una vez que obtenían esos datos clave para el ingreso a las cuentas bancarias, las vaciaban por completo y transferían el dinero a cuentas recaudadoras que manejaban los miembros de la banda que estaban en libertad.
Lo mismo hacían tras solicitar créditos bancarios a nombre de los titulares de las cuentas, los que también eran transferidos a las cuentas recaudadoras de los cómplices.
Arocena explicó que uno de los aspectos más interesantes logrados en este juicio fue que se arribó a un acuerdo entre los abogados defensores y los representantes de las víctimas, lográndose en varios casos el resarcimiento a los damnificados.
