La Justicia de Río Tercero condenó a una banda de esta ciudad que durante varios meses se dedicó a estafar a una cadena de venta de electrodomésticos realizando compras con tarjetas de crédito o débito, robadas o falsificadas.
La pandilla estaba integrada por cinco riotercerenses, dos mujeres y tres varones, todos domiciliados en barrio Monte Grande. Lasestafas las cometían desde la cárcel de Villa María.
En la Cámara del Crimen de los Tribunales de Río Tercero fueron juzgados por siete hechos de estafas y defraudación, cometidos durante el año 2022, por una suma que superó los 500 mil pesos a esa fecha.
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El comercio damnificado fue la sucursal Río Tercero de la cadena nacional Musimundo.
Fuentes judiciales de los Tribunales informaron que la pena mayor fue para Nelson Ezequiel Tello, de 32 años, quien recibió 11 años de prisión efectiva por ser encontrado autor de los delitos de asociación ilícita en calidad de jefe y defraudación por uso de tarjetas de crédito falsificadas reiteradas.
Tello realizaba las estafas mientras se encontraba detenido en el Servicio Penitenciario de Villa María, donde cumplía una pena tras haber sido condenado por narcomenudeo (drogas).
También fue condenada a seguir en esa cárcel Silvia Elizabeth Vega (54 años), acusada de asociación ilícita en calidad de miembro y defraudación por uso de tarjetas de crédito falsificadas reiterado, recibiendo nueve años.
En tanto, los otros tres imputados fueron condenados con prisión en ejecución condicional (que será vigilada por la Justicia).
Zoé Aixa Tello (20 años, hermana de Nelson Ezequiel), a tres años por partícipe necesaria de asociación ilícita en calidad de miembro y defraudación por uso de tarjeta de crédito falsificadas.
Martín Damián Agüero (24) y Luis Antonio Maldonado Vázquez (33), a dos años y un año y cinco meses, respectivamente por el delito de encubrimiento por recepción.
La causa judicial
De acuerdo a la investigación que llevó a cabo la fiscal de Instrucción Paula Bruera, Nelson Tello es un interno del Instituto Penitenciario de Villa María y fue quien realizaba las compras y luego los productos eran entregados en domicilios de Río Tercero.
La banda de delincuentes se dedicaba a realizar operaciones fraudulentas efectuadas a través de compras telefónicas. Para ello los involucrados utilizaban tarjetas de créditos robadas.
La investigación se inició por la denuncia efectuada por personal de la empresa damnificada.
Tras la tarea de los investigadores se pudo establecer que desde la cárcel se habrían realizado maniobras ilegales con tarjetas de crédito sustraídas.
Tras allanamientos realizados el 18 de agosto de 2022 se secuestró de domicilios vinculados a los juzgados documentación perteneciente a la firma, 16 teléfonos celulares, tarjetas de crédito y débito, más 80.00 pesos y una pistola calibre 22.
