Lo habitual en los juicios de crímenes viales, además de la calificación de homicidio culposo, es que los familiares de las víctimas se retiran insatisfechos o con sabor a poco castigo para la persona que les quitó la vida de su ser querido.
El juicio oral y público que concluyó este miércoles en la Cámara 11ª del Crimen de Córdoba no fue la excepción, porque Ariel Alejandro Bustos (35), que en 2017 mató con su motocicleta a Nicolás Jankunas (18) en un choque frontal.
El siniestro vial se produjo el 4 de junio de 2017 en el callejón Mariano Reviglione, en barrio Coronel Olmedo, a 50 metros de la avenida 11 de Septiembre, en el extremo sur de la ciudad de Córdoba, fuera de la Circunvalación.
En esa esquina chocaron las dos motos, en las que se conducían Jankunas y Britos, quien resultó ileso.
Nicolás pudo ser trasladado a un hospital y llegó con vida. Al cabo de unos días, no logró sobrevivir.
Tras una larga instrucción, el expediente llegó a la Cámara 11ª del Crimen con un principio de acuerdo entre la defensa de Britos y el fiscal de Cámara Marcelo Sicardi para realizar un juicio abreviado, con pena de tres años de prisión condicional.
Pero los padres de la víctima se opusieron a ese entendimiento y el fiscal tomó en cuenta esa opinión, por lo que finalmente se inició un juicio oral y público, abierto y con recepción de prueba.
En este debate, conducido por la jueza de Cámara Gabriela Rojas Moresi se expusieron los peritajes respecto de la escena del crimen y se apreciaron no pocos elementos en contra del acusado.
La mamá de Nicolás, Roxana Maldonado, señaló a La Voz que todos los peritajes demostraron en el juicio que Britos conducía “de contramano, borracho y sin licencia”, por lo que debía haber sido condenado por homicidio simple, con dolo eventual. La pretensión de la mamá de Nicolás era de seis años de prisión o más.
Sin embargo, el fiscal Sicardi encuadró el hecho como culposo y solicitó en su alegato una pena de tres años de prisión.
Finalmente, la jueza Rojas Moresi impuso una condena de tres años y medio de prisión, más siete años de inhabilitación para conducir vehículos.
Insatisfacción, pero no tanto
Britos llegó al debate en libertad, luego de más de seis años del siniestro que le quitó la vida al joven Jankunas. Tras la sentencia, a pesar de tratarse de ser una pena de prisión efectiva, se sostuvo su soltura porque aún la sentencia no está firme.
Si en el curso de los próximas semanas no presenta casación, Britos deberá presentarse en la cámara para comenzar a cumplir la condena. Pero si recurre la condena, continuará libre hasta que el Tribunal Superior de Justicia se pronuncie.
Sobre el monto de la pena, a la salida del juicio la mamá de Nicolás mostró su insatisfacción con el veredicto. “Me parece muy injusto porque tiene todos los peritajes del accidente de las motos y quedó claro que él venía de contramano, sin carné y borracho”, comentó Roxana Maldonado.
Añadió que en 2015 Britos ya había protagonizado un accidente similar en la misma zona, en el que resultó lesionado Pedro Vanni.
La mujer mostró su decepción porque fue a pedir justicia y siente que a Britos deberían haberle puesto más años de prisión.
Sin embargo, la acción de ella y su esposo Sergio Jankunas, papá de Nicolás, consiguió que se revirtiera el acuerdo inicial de juicio abreviado. El no haber entrado a ese debate expeditivo al final hizo cambiar la condena, de tres años en suspenso a una efectiva, de tres años y medio.
Tres años y medio de prisión prevé un encierro mínimo de dos años y dos meses para solicitar la libertad condicional. Muy distinto a una pena de ejecución condicional.
