La solicitud de siete años de prisión para el fiscal federal de San Francisco Luis María Viaut no dejó de sorprender a quienes sabían que el alegato del Ministerio Público sería duro y para quienes estimaban que el pedido de pena sería más moderado. Cuando el fiscal Carlos Gonella pronunció la cifra, muchos adentro y afuera de la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) se miraron entre sí.
Hasta ese momento, los pedidos de condena habían sido “benignos” para el resto de los acusados, con penas de ejecución condicional para los otros cuatro imputados. Si bien se trataba de cuatro “arrepentidos” que en pleno debate reconocieron los hechos de la acusación, lisa y llanamente, igual sorprendió el requerimiento del acusador oficial para Viaut.
Es más, el propio querellante que representa al denunciante Pablo Domínguez, el penalista Juan Bernardo Alberione, había pedido previamente cuatro años y medio de prisión para el fiscal Viaut, además de una condena de ejecución condicional para el ordenanza Darío Fabián “Paco” Rivarola, quien está señalado como la persona que pedía dinero a nombre del fiscal federal.
Ajeno a los hechos
La audiencia de este jueves comenzó a la siesta con la declaración del propio Viaut que desde el comienzo se abstuvo de hablar y, tras dos jornadas adversas, cambió su actitud.
Con la difícil tarea de convencer al tribunal y a los acusadores sobre su inocencia, tras la confesión del resto de los acusados, el fiscal federal negó toda relación con personas que hubieran pedido dinero en su nombre. También desmintió que haya tenido en su fiscalía tramitación alguna respecto de la cooperativa “Las Cañitas” de El Tío, donde el contador González terminó denunciándolo a él y a Rivarola por solicitarle dinero.
En varios pasajes de una exposición de 25 minutos durante los cuales sólo contestó una pregunta de la fiscal instructora María Marta Schianni, Viaut repitió que nunca tuvo una denuncia por pedido indebido de dinero.
Además de no haber tenido trámite sobre “Las Cañitas”, el fiscal aseguró que no conocía a González ni a otros directivos de la cooperativa y que ellos tampoco lo conocían.
Sobre el segundo hecho, el acusado explicó que se pidió dinero para brindar asesoramiento técnico al hijo de Víctor Hugo Brugnoni a través de un abogado para tratar de mejorar su situación procesal.
Esa causa, instruida por la fiscal Isabel María Reyna, llegó a juicio y terminó hace pocas semanas en sentencia en la Cámara del Crimen de Bell Ville. De manera unánime, los vocales Gustavo Garzón, Alejandro Fauro y Damián Abad aplicaron la condena solicitada por la fiscal de Cámara Andrea Heredia Hidalgo, de siete años y medio de prisión por “abuso sexual con acceso carnal”.
Casualmente, Viaut se refirió a la declaración de la fiscal Reyna, quien aseguró que un hombre que se identificó como el fiscal federal de San Francisco le consultó sobre la causa de Brugnoni. El acusado de coimas dijo que se mostró sorprendido y que jamás realizó ese llamado.
Hecho grave y agravantes
Schianni y Gonella alternaron para presentar las conclusiones del Ministerio Público. La autora de la instrucción, reseñó con precisión y contundencia los aspectos del primer hecho, relacionado con la mutual de El Tío.
Gonella se ocupó del pago de Brugnoni para tratar de beneficiar a su hijo con supuestas gestiones de Viaut. Además desestimar las posibles hipótesis de la defensa del fiscal de San Francisco, a la hora de mensurar la pena le dio mayor importancia a los agravantes que a los atenuantes. Entre los primeros mencionó la proyección ética, la imagen afectada del Ministerio Público y el perjuicio que pudiera haberle ocasionado a González, su familia, la cooperativa y hasta la propia comunidad de El Tío. También dijo Gonella que Viaut defraudó su rol de fiscal, de padre de familia y la integridad del Ministerio Público.
Luego, el acusador se preguntó qué necesidad tenía Viaut de pedir dinero, no teniendo apremios económicos y ganando un sueldo elevado. Además, dijo Gonella que a pesar de su formación jurídica, el acusado “optó por violar la norma”.
La parte altruista
Al pedido de 7 años de prisión, el fiscal añadió una multa de 51.300 dólares (el triple de la exacción), más inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.
Al resto de los acusados les pidió penas de prisión de ejecución condicional: Brugnoni, dos años; los intermediarios Gerardo Panero y Walter Fattore, seis meses y multas de 50 mil pesos; y a Rivarola tres años, inhabilitación perpetua y 20 mil pesos de multa.
El final del alegato de Gonella volvió a contener un pedido altruista, como suele realizar: pidió que se decomise el dinero secuestrado y se destine a entidades de bien público de San Francisco y El Tío. De este modo, solicitó al tribunal destinar 5.500 dólares al Centro Integral Comunitario Integral “La Virgencita” que asiste a sectores vulnerables de San Francisco y lo mismo al merendero “La Amistad” de la vecina Frontera. Por otra parte, los 862.500 pesos secuestrados en la oficina de Viaut y de Fattore, solicitó destinarlos al club El Trébol Básquet, de El Tío, cuyas instalaciones están en muy mal estado.
El martes proseguirá la audiencia con los alegatos defensivos y muy probablemente con el dictado de la sentencia.
