Lo probaron una vez, les anduvo y ya no pararon más.
La mecánica delictiva era simple y efectiva: citaban a víctimas bajo engaño hasta una dirección inexistente y, una vez que tenían la situación controlada, cometían un violento asalto con la modalidad “piraña”. La patota de ladrones rodeaba al damnificado y, en segundos, le sacaba de todo para luego escapar corriendo y perderse en unos pasillos y unos caseríos.
A veces, las víctimas eran choferes de aplicaciones como Uber.
En algunas oportunidades, los “encañonados” eran fleteros citados al lugar para un supuesto trabajo.
Otras veces, los damnificados eran personas que llegaban al lugar tras haber visto una oferta tentadora en la página Market Place de Facebook.
Otras veces, directamente, las víctimas ya eran automovilistas que eran abordados mientras se detenían en las filas “eternas” de un semáforo.
Los robos comenzaron a replicarse sin freno en varios puntos de barrio Parque Vélez Sársfield y en sectores aledañas, en esa parte de la zona sur de la ciudad de Córdoba.
Tantos fueron los asaltos que se abrió una investigación que avanzó y que dio sus resultados en las últimas horas: 12 personas, entre varones y mujeres, fueron detenidas por investigadores de la Policía cordobesa acusadas de integrar esa banda de avezados delincuentes.
Allanamientos en Villa La Lonja: detenidos y más pruebas
Los operativos se concretaron en varios puntos de villa La Lonja, próxima a Vélez Sársfield, donde los acusados solían esconderse.
Este sector ya fue blanco de otros allanamientos, y por hechos similares, en los últimos tiempos.
La imputación central es por asociación ilícita, según lo dispuso la fiscal de instrucción María Celeste Blanco, del Distrito 1 Turno 5, a cargo de la pesquisa. De todos modos, conforme avance la investigación se añadirían otros delitos como robo calificado y tenencia de arma de guerra, entre otros.
Entre los elementos secuestrados a los acusados hay varios teléfonos celulares: la mirada de los pesquisas están puestas en esos aparatos.
Saben los detectives que allí, entre las llamadas realizadas, los mensajes de WhatsApp, y los contactos, entre otras cosas, saldrán seguramente “puntas” para encaminar nuevas investigaciones por nuevos delitos.
Ellas llamaban, ellos atacaban
Desde las primeras horas del miércoles, decenas de investigadores de la Dirección Coordinación de Brigadas Civiles de la Policía, con apoyo de cuerpos especiales de la fuerza de seguridad, concretaron los allanamientos simultáneos tanto en La Lonja, como en una vivienda próxima, calle de por medio.
Como resultado, se detuvo a 12 personas: nueve varones y tres mujeres. La mayoría tienen entre 20 y 28 años. Hay una mujer de 48, madre de uno de los acusados.
“Se dividían la tarea fácilmente. Ellas se encargaban de hacer los llamados y citar a los choferes de los coches de alquiler, o bien los pedían por aplicaciones. Cuando la víctima llegaba, ellas desaparecían y entraban en acciones sujetos armados”, confió un investigador.
Las víctimas sufrían el desapoderamiento de efectivo, celulares, entre otras pertenencias.
En paralelo, como se dijo, la banda había aprendido a cometer los robos con la modalidad Marketplace: es decir, engañaban a víctimas sobre supuestos elementos a la venta, las citaban y luego las atacaban.
“Habían aprendido a citar a direcciones ficticias de barrios como Parque Vélez Sársfield que no despertaban sospechas de los damnificados. Citaban a lugares tranquilos al caer la tarde. Entonces, aparecían, te encañonaban y te sacaban todo”, añadió otra fuente de la causa.
Por lo general, la patota escapaba corriendo hacia el interior de La Lonja. En otras oportunidades, lo hacían ya a bordo de un automóvil que se dirigía luego al mismo lugar.
Para la fiscalía a cargo de la pesquisa, el grupo actuaba como una verdadera asociación ilícita.
Como resultado de los allanamientos se secuestraron armas de fuegocomo pistolas–, balas y hasta cuchillos, además de (como se dijo) celulares que serán sometidos a análisis.
Como todo un fenómeno delictivo, los robos “piraña” no dejan de extenderse en la Capital cordobesa.
Desconfiar siempre
Desde la Policía insisten que para concretar operaciones de compra-venta de objetos, lo recomendable es pactar un lugar público con personas y, en especial, cámaras de seguridad cerca. Por caso, el bar de una estación de servicio o un centro de compras.
No se debe realizar la operación ni en la casa del interesado ni se debe acudir al lugar que pacte el supuesto vendedor. Si algo genera desconfianza, se suspende la operación.
