Médicos y enfermeros del hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti fueron víctimas de una violenta agresión por parte de un paciente y su hermana durante la noche del domingo. La confrontación, que incluyó trompadas, empujones y golpes, tuvo lugar dentro de las instalaciones del centro de salud rionegrino.
El incidente comenzó cuando Franco Adrián Lautaro Flores ingresó a la guardia, trasladado por el SIARME tras haber sufrido una presunta convulsión en la vía pública. Sin embargo, los especialistas del hospital no hallaron signos de epilepsia. Según el relato de los médicos, Flores habría admitido haber consumido alcohol y otros estupefacientes durante los tres días previos.
El enfermero Sebastián, agredido durante el ataque, confirmó que el paciente “nunca sintió una convulsión”, sino que “creía sentir convulsiones”, y que posteriormente confesó el consumo de alcohol y estupefacientes, lo que habría generado su reacción violenta. Sebastián detalló que Flores fue evaluado tres veces, incluida una vez en la calle y dos en la guardia, sin que se confirmaran las convulsiones en ninguna de ellas.
A pesar de no confirmar las convulsiones, en el centro de salud decidieron estabilizar a Flores con hidratación intravenosa. Poco después, el hombre se arrancó la vía y escapó del hospital. Minutos más tarde, regresó acompañado de su hermana y mantuvo una fuerte discusión con el personal médico. La situación escaló rápidamente, derivando en agresiones físicas hacia los profesionales de la salud y otras personas presentes.
Videos de seguridad muestran a la hermana persiguiendo a una médica por los pasillos para agredirla, mientras Flores intentaba golpear a uno de los médicos. Los médicos resultaron con lesiones en los brazos, la cabeza y el rostro. El enfermero Sebastián relató haber recibido amenazas antes del ataque y ser agredido en la cara, con un rodillazo, en el cráneo y en la espalda por parte de ambos agresores. Afortunadamente, sufrió las lesiones “sin pérdida de conocimiento”.
Según informaron medios locales, Flores fue el único que quedó demorado inicialmente. Sin embargo, para indignación del personal, el agresor fue liberado a las pocas horas. El enfermero Sebastián manifestó su molestia porque la hermana, quien también agredió constantemente, fue liberada con la justificación de que “no había lugar para mujeres”.
Ante la viralización de los videos, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, repudió enérgicamente la agresión. En redes sociales, aseguró: “Vamos a perseguir a quienes agredan a trabajadores de nuestros hospitales”. Calificó la acción como “inadmisible” y sostuvo que “no puede ser que quienes se atreven a agredir a nuestros enfermeros puedan atacar su integridad y retirarse como si nada hubiera pasado”. Anunció que el Ministerio de Salud de Río Negro se constituirá como querellante en la causa contra Flores.
Desde el hospital, expresaron que la creciente cantidad de ataques afecta directamente la calidad de la atención. El enfermero Sebastián, con 14 años de experiencia en el sector, lamentó que la agresión verbal y física se haya vuelto “moneda corriente”, mencionando también la rotura de puertas del hospital. Concluyó su testimonio señalando que, si bien en este caso “la sacamos barata”, “las mayorías de las guardias de emergencia vivimos lo mismo, agresiones físicas y verbales constantes”, a pesar de que su trabajo consiste en tratar de salvar la vida de pacientes críticos.